Los hermanos Orrantia González – tercera generación

Manuel, Joaquín, Juan José y Luis fueron hijos de Joaquín Orrantia Gómez y María Enriqueta Gonzales. El padre murió muy joven, Luis tenía meses de nacido, María Enriqueta, tuvo que asumir la crianza, incluyendo educación; la primaria en Quito y secundaria en Bélgica. Llegaron a Guayaquil a enfrentar una terrible realidad. Según Joaquín, la herencia fue usada por la madre para cubrir la educación europea. Ella se apoyaba en la renta de un pequeño ingenio de azúcar que cuando comenzó a tener problemas económicos, cada uno de los hijos debieron trabajar desde muy jóvenes y buscar su futuro.

Manuel

Su primer trabajo fue en el Banco La Previsora, luego en la Compañía de Estancos del Ecuador. Finalmente ingresó a trabajar como asistente de gerencia en Pan American Standard Brand del Ecuador para comercializar un producto importado desde Estados Unidos, que revolucionaría la panadería y pastelería; la levadura. Como nuevo producto, no fue fácil venderlo, pues se trataba de introducirlo en un mercado que no estaba acostumbrado a cambios, los maestros panaderos querían utilizar sus propias fórmulas.

Posteriormente se transformó en Fleishman Ecuatoriana. En 1940 fue promovido a gerente general y en 1945 se instaló la fábrica. Con los años se introdujeron nuevos productos. Se retiró en 1976 después de trabajar 41 años en la empresa. Fue director de la Cámara de Industrias de Guayaquil por varios períodos.

Joaquín

Fue gestor y líder del movimiento cívico que incluyó empresarios, entre ellos Rafael Ferreti, vicepresidente de la Cámara de Comercio, miembros de Directorio, mujeres y pueblo en general, contra los desaciertos de la Junta Militar que gobernaba el país en 1964. Los empresarios decretaron el primero y único paro empresarial en la historia del país, duró varios días. Él y más de diez empresarios y profesionales como Galo Martínez Merchán y Roberto Gilbert Elizalde fueron capturados y trasladados a las Galápagos.

Al día siguiente, las mujeres guayaquileñas vestidas de negro salieron a protestar en las calles por las detenciones. Fue acto de guayaquileñismo en su máxima expresión. Pocos días después los militares tuvieron que abandonar el poder. Comenzó trabajando como mensajero para Luis Vernaza, luego en San Carlos vendiendo fundas, en Comandato como bodeguero, donde llevó a su hermano menor Luis, pero renunció en poco tiempo. Pasó algunos años administrando una pequeña hacienda de su esposa localizada en Daule.

De regreso a Guayaquil Luis Noboa N., con quien se conocían por décadas, lo contrató para gerenciar Corporación Automotriz, distribuidora de autos, camionetas y camiones. Trabajó cerca de medio siglo. Fue presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, 1972 – 1973 y de la Federación de Cámaras de Ecuador. En el sector público fue alcalde de Guayaquil, 1986, concejal en Daule, Diputado funcional, presidente de la Comisión de Tránsito.

Juan José

Fue el único hermano graduado de la Universidad de Guayaquil; perteneció a la primera promoción de ingenieros civiles. Uno de los descendientes de los Orrantia Gonzáles me comentó que no había dinero para todos los hermanos graduarse de universidad. Más adelante obtuvo su maestría en la Universidad de Carolina del Norte. Contribuyó en la construcción del Aeropuerto de Guayaquil y del edificio de la Asociación Automotriz, remodelación de la iglesia San Francisco; e hizo edificios y casas. Fue gran deportista, destacándose en tenis y especialmente en golf.

Luis

Fue uno de los más importantes empresarios de la segunda mitad del siglo XX. Comenzando de empleado en los años treinta logró convertir en grandes corporaciones a empresas fundadas por su empleador. Se inició en 1934 en Compañía General de Comercio y Mandato S.A. con 100.000 sucres de capital, fundada por Víctor Emilio Estrada S. Originalmente era una almacenera, luego se convirtió en Comandato, almacén que representó las mejores marcas del mundo: General Electric, Johnson, Trane, Suzuki, etcétera.

Por décadas fue gerente general y socio de Emilio Estrada Icaza; cuando falleció, Orrantia pasó a la presidencia ejecutiva. Fue gerente general y accionista de Distribuidora de Autos DASA (Ford), una de las más grandes importadoras y comercializadoras de autos hasta los primeros años de los setenta. Como presidente de Comandato, fundó Ecuacolor, la primera industria para el desarrollo de fotografías a color.

Desarrolló en sociedad, las fábricas de motos Motzuki, máquinas de coser y televisores (ICESA), Electrodomésticos Durex, hoy Mabe de Ecuador, subsidiaria de una corporación de México; Muebles El Bosque. Fundó Durexporta. Fue presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil y vicedirector de la Junta de Beneficencia de Guayaquil. En el sector público fue miembro de la Junta Monetaria, diputado funcional por el Comercio en la Asamblea Constituyente del 97-98, y Embajador ante el Reino de Bélgica. Fue miembro del Comité de Vialidad y presidente de la Junta Cívica.

Luis tuvo una destaca actuación en la defensa de los intereses de Guayaquil. Como presidente de la Cámara de Comercio lideró la protesta contra la pretendida alza general de aranceles de importación a niveles exorbitantes, se conoció como la guerra del arancel. Comenzó en el invierno de 1965 y después de duras protestas a través de la prensa, la Junta Militar ordenó su prisión. Logró evadirla usando diferentes carros y durmiendo en casa de amigos.

Luis lideró el paro nacional con el apoyo de todas las Cámaras de Comercio del país y otras organizaciones; la protesta incluyó ampliamente los sucesos. La actitud de no claudicar obligó a la Junta Militar a negociar. El General Guillermo Freire Posso, uno de los triunviros, llegó a Guayaquil a reunirse con los representantes de la Cámara de Comercio. Se acordó una reunión conjunta para analizar partida por partida. Se creó una comisión. Sobre ella, Oscar Orrantia Vernaza, hijo de Luis comenta:

…en los siguientes meses de comisión presidida por mi padre con participación activísima de mi tío Antonio Pino Ycaza, Ramiro Cabeza de Vaca, entonces presidente de la CCQ, con otros miembros como Abdón Calderón y técnicos revisaron todo el arancel, consiguiendo una reducción importante del mismo. Mi tío Joaquín acompañó a mi padre como excelente ser humano. Hasta ese entonces no se permitió que ningún político se mezclara con la protesta y los movimientos cívicos. Pero esta dictadura ya herida, ya herida […] no pudo dura meses más, las cámaras, la ciudadanía y ya algunos políticos en la protesta, consiguieron que los mismos militares actuaren deponiendo a los directores u entregando el poder a un civil.

Fuente: Arosemena, Guillermo. Grandes empresas y empresarios de la Costa. (Tomo VI, Colección del Bicentenario de la Independencia de Guayaquil). EDICTAL S.A.