A los 23 años, Sebastián Vélez ha logrado lo que pocos emprendedores ecuatorianos pueden presumir: revolucionar la industria de los destilados premium con una propuesta inédita a nivel mundial. Bajo su liderazgo, Drakon, el primer destilado 100% elaborado a base de pulpa de pitahaya roja manabita, se ha convertido en un referente de innovación, identidad nacional y excelencia internacional.

El origen de una idea que transformó una industria

La historia comenzó en La Felipa, hacienda manabita donde Vélez experimentó con el desarrollo de subproductos derivados de la pitahaya: mermeladas, vinos artesanales y fermentados naturales. Esa búsqueda por aprovechar el potencial de una fruta ecuatoriana única lo llevó a crear un concepto distinto: un destilado que honre el origen, la tierra y la creatividad local.

Esa visión se consolidó tras su formación como maestro destilador en Moonshine University, Louisville, Kentucky, bajo la tutela del legendario Pete Kamer, miembro del Salón de la Fama del Bourbon de Kentucky. Allí comprendió que la innovación no consiste solo en crear un producto nuevo, sino en transformar la identidad cultural en valor agregado. 

Drakon: un símbolo ecuatoriano que conquista el mundo

Desde su lanzamiento en julio de 2024, Drakon ha trascendido las fronteras ecuatorianas en tiempo récord. Hoy se exporta a Inglaterra y Perú, con una expansión global proyectada para 2026, consolidándose como un embajador del sabor y la calidad ecuatoriana.

En tan solo un año y medio, la marca ha obtenido 21 medallas internacionales, convirtiéndose en uno de los destilados más premiados del continente. Entre sus reconocimientos destacan:

Medalla de oro y doble oro en el Michelangelo International Wine & Spirits Awards (Sudáfrica).

Medalla de plata y doble oro en el China Wine & Spirits Awards.

Medalla de plata en el Singapore World Spirits Competition.

Medalla de oro y plata en el San Francisco World Spirits Competition.

Dos medallas de bronce y una de plata en el International Wine & Spirits Competition (Londres)

Medalla de oro en el TAG Global Spirits Awards (EE. UU.).

Oro, bronce y el título de “Licor Americano del Año” en el Melbourne International Spirits Competition (Australia).

Dos platas en el Specialty Spirits Master (Londres).

Bronce en el London Spirits Competition.

Cinco oros nacionales en los Premios Gourmet de Ecuador.

A estos triunfos se suman reconocimientos como “Emprendimiento Innovador del Año” en los LUX Awards, el galardón al Producto Innovador en la Macrorrueda de Negocios de ProEcuador, y la condecoración del Municipio de Manabí con la Placa 30 de Septiembre por su aporte al desarrollo del cantón Rocafuerte y la generación de empleo gracias a la creación de Drakon.

Desafíos de una marca que crece a paso firme

A pesar del corto tiempo desde su lanzamiento, Drakon no ha estado exento de desafíos. La apertura de nuevos mercados ha requerido superar barreras comerciales, regulatorias y logísticas que enfrentan los emprendimientos que nacen fuera de los grandes centros de producción mundial.

Entre los principales retos se encuentra ganar la confianza del mercado local, acostumbrado a destilados tradicionales; lograr la aceptación de distribuidores extranjeros, adaptándose a sus exigencias y normativas; y enfrentar los procesos de rebranding y cambios de presentación, necesarios para consolidar una imagen sólida y competitiva en cada país.

Además, la expansión de la destilería y su capacidad productiva ha implicado inversiones estratégicas y la implementación de estándares internacionales que garanticen la calidad y trazabilidad del producto. Estos obstáculos, lejos de frenar su crecimiento, han fortalecido la visión de Vélez y su compromiso con la excelencia.

 Liderazgo joven con propósito

Más allá del éxito empresarial, Sebastián Vélez representa una nueva generación de emprendedores ecuatorianos que creen en el poder del conocimiento y la educación. Actualmente dicta clases de Emprendimiento, Liderazgo e Innovación en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), donde inspira a jóvenes a transformar ideas en proyectos reales que fortalezcan la economía nacional.

Su visión es clara: “El emprendimiento no solo debe generar riqueza, sino también identidad y orgullo por lo que somos como país”. Drakon encarna ese principio. Es el resultado de combinar ciencia, arte y tradición en un destilado que rinde homenaje a Ecuador y que, al mismo tiempo, mira hacia el futuro. 

Conclusión: el futuro del sabor ecuatoriano

Con apenas 23 años, Sebastián Vélez ha logrado posicionar a Drakon como un ícono de innovación con identidad cultural, abriendo una nueva categoría dentro de la industria mundial de los destilados. Su historia demuestra que la excelencia ecuatoriana puede competir —y ganar— en los cinco continentes, cuando se combina talento, disciplina y una profunda convicción por elevar lo nacional al más alto nivel.