Ivonne Baki es una mujer de gran trayectoria, liderazgo y visión global. Diplomática, política y defensora del diálogo y la cooperación internacional, ha representado a Ecuador en escenarios clave, ocupando altos cargos en el ámbito público y privado. Su camino ha sido un testimonio de empoderamiento, abriendo puertas en espacios tradicionalmente dominados por hombres y demostrando que la perseverancia y la preparación son clave para el éxito. En esta entrevista, comparte su inspiradora historia, los desafíos que ha superado y su mensaje para las mujeres que buscan transformar el mundo.
A lo largo de su carrera, ha ocupado cargos de gran relevancia a nivel nacional e internacional. ¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado como mujer en estos espacios de liderazgo y qué habilidades considera esenciales para que una mujer pueda destacarse en roles de toma de decisiones?
Yo nunca he actuado pensando en términos de género. Ni he esperado un trato diferente por el hecho de ser mujer. A lo largo de mi carrera he hecho las cosas desde el corazón con el principal propósito de ayudar y mejorar la vida de los demás. Ser mujer no ha sido un desafío sino una ventaja desde mi punto de vista y experiencia. La mujer brinda empatía e inteligencia emocional- características esenciales para ser un Líder. Nosotras sentimos y intuimos las carencias, las necesidades, los anhelos de los demás. Y en posiciones de liderazgo, esas cualidades son los fundamentos para levantar un país y llevarlo hacia un futuro mejor. Ser autentica es un rasgo esencial y también tener pasión por lo que uno hace.

El liderazgo femenino ha tomado más fuerza en los últimos años, pero aún existen barreras. ¿Qué cambios cree que son necesarios para que más mujeres puedan acceder a posiciones de altos mandos?
Los cambios tienen que venir por dentro. Las mujeres deben cambiar su forma de pensar y saber que no hay nada imposible si se lo proponen. Muchas veces, nosotras las mujeres dudamos de nosotras mismas y pensamos que no estamos lo suficientemente preparadas o capacitadas para competir en un “mundo de hombres”. Esa mentalidad está mal: somos indispensables en este supuesto ” mundo de hombres”, hasta diría que es nuestra obligación participar e involucrarnos más en los asuntos globales que nos afectan hoy en día.
Desde su perspectiva, ¿cómo pueden las mujeres influir en la construcción de sociedades más equitativas y sostenibles?
Una sociedad más equitativa y sostenible precisa de un o una Líder con visión, empatía, mucha inteligencia emocional, humildad y humanidad. La mujer por su capacidad de dar vida y ser madre es más humana y compasiva.
Trata de ser justa con todos sus hijos y brindarles el mismo amor desinteresado. Así mismo, en posiciones de liderazgo, las mujeres somos capaces de unir las diferentes clases sociales para crear una sociedad más justa, equitativa y tolerante. Además, cuidamos de nuestro medio ambiente como si fuese nuestra propia casa porque sabemos que una casa desordenada no puede progresar.
Muchas mujeres enfrentan el dilema entre desarrollar su carrera profesional y cumplir con expectativas familiares. ¿Cómo ha equilibrado su vida personal y profesional?
Es muy difícil manejar la vida familiar y profesional a la vez. Es un problema que muchas mujeres enfrentamos: poder balancear el trabajo con el hogar y la crianza de los hijos. Pero para eso están los padres también. Es el hogar de ambos, hombre y mujer, y los dos tienen que ayudarse y complementarse en la crianza de los hijos y el manejo del hogar. Mi esposo me apoyó mucho cuando empecé mi carrera y hoy en día mis hijos son una gran fuente de apoyo, fuerza e inspiración para mí.

En momentos de duda o dificultad, ¿qué consejo se da a sí misma y qué consejo les daría a otras mujeres que sueñan con alcanzar grandes metas?
Mi consejo para las mujeres y para los hombres también es que escuchen su voz interior y no tengan miedo en tomar el primer paso. Soñar es importante, pero hay que también actuar. Hay que pisar con paso firme y tener fe. La fe es muy importante. Yo siempre escucho a Dios y estoy consciente de las señales que me brinda el Universo. Estamos aquí para un propósito. Cada uno de nosotros tiene un propósito en esta vida y depende de nosotros encontrarlo y encontrarnos. Tenemos que silenciar las distracciones y saber escuchar.