Por: Carlos Jurado Peralta

Durante el último año, a los emprendedores y exportadores se nos ha vendido la promesa de que la Inteligencia Artificial (IA) generativa (ChatGPT, Gemini, etc.) sería el gran ecualizador, una herramienta para competir globalmente.

La realidad es radicalmente opuesta.

Estamos entrando en la era de la “Economía de la invisibilidad algorítmica” y la mayoría de las PYMES están quedando trágicamente rezagadas.

El problema no es el motor de la IA; el problema es el combustible que le damos.

Cuando la IA falla en encontrar un mercado de billones

He estado investigando la capacidad de los Large Language Models (LLMs) para encontrar información de nichos B2B específicos.

Hice un experimento sencillo: Le pedí a ChatGPT que identificara “Private Credit Lenders in the USA” (Prestadores de Crédito Privado en EE.UU.), un mercado gigantesco con miles de firmas activas.

Los resultados fueron un desastre:

  • Resultados Totales: Solo 26 hallazgos.
  • Precisión: De esos 26, el 34.6% eran duplicados (empresas repetidas 2, 3 o incluso 4 veces).
  • Calidad del Dato: Varios links estaban rotos, desactualizados o no contenían la información que la IA había prometido.

¿Por qué un motor tan avanzado falla de este modo en una búsqueda tan simple?

La respuesta: La IA está “alucinando” porque la web es un caos.

Datos “sucios” vs. Datos “limpios”

Los bots de IA no “leen” tu sitio web como un humano. Buscan arquitectura limpia y datos estructurados (GSO/Schema) para entender qué es real, qué está actualizado y qué es confiable.

El problema es que la mayoría de los websites de las PYMES (e-commerce, servicios, exportadores) son un desastre técnico:

  • Carecen de jerarquía de contenido (H1, H2 desorganizados, H3 inexistentes, etc.).
  • No tienen etiquetas ALT en las imágenes.
  • Y lo más grave: No tienen Schema Markup (GSO) que le diga a la IA: “Soy una empresa, este es mi producto, este es mi precio y estoy ubicado en Buenos Aires, Argentina.”

Si la arquitectura de tu website es “sucia”, la IA la ve como una fuente de datos no confiable y, simplemente, te ignora.

De SEO a GSO

En la era de Google (SEO), competíamos por keywords (palabras clave).

En la era de la IA (GSO – Generative Search Optimization), competimos por CONFIABILIDAD ESTRUCTURAL.

Tu visibilidad orgánica ya no depende de cuántas veces repites “el mejor abono natural”.

Depende de si tu arquitectura de datos está lo suficientemente limpia como para que un bot confíe en ti y te cite como la respuesta.

Las PYMES y exportadores que no inviertan en sanear y certificar su arquitectura de datos serán las primeras víctimas de esta nueva invisibilidad, sin importar la calidad de su producto.

La pregunta clave que todo CEO debe hacerse no es si su web es “bonita”, sino si su data es lo suficientemente “limpia” para que la IA confíe en ella.

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