Por: Rodrigo Quezada Ochoa
Director Fundador
ARQO PROJECTS PARTNERS (ECUADOR)

Hablar de la sustentabilidad es un tema fascinante!!. Hace algunos años atrás resultaba simplemente un desafío, hoy por hoy es un tema que está en la agenda de todos los organismos internacionales, los gobiernos y las empresas.

El presente artículo no trata de justificar ni reinvindicar las estrategias y definiciones que se han tomado a nivel global y que se concentran en los objetivos ODS (Naciones Unidas, 2015) ni en las revisiones periódicas que se realizan en los Foros como las COP y otros, sino más bien explicar cómo se aplican en las organizaciones para ajustarse rápidamente a la creciente necesidad de aportar a un mundo más sustentable, en mercados cada vez más globales y demandantes de productos y servicios, en los cuales el “sello sustentable” es un diferenciador.

Una parte de las finanzas corporativas es la estructuración y financiamiento de proyectos, y al hacerlo nos apasiona compartir los desafíos de nuestros clientes a ser más fuertes y veloces en sus negocios y proyectos. En este sentido, en los últimos años a la aplicación de los conceptos y metodologías tradicionales de una Value Management Office (VMO) hemos visto que también es clave incorporar los criterios ESG (Environmental, Social, Governance) en la búsqueda de la excelencia, sentido de urgencia, y trascendencia de valor, sea patrimonial y social de nuestros Clientes. 

Lo anterior en la práctica representa un nuevo e innovador enfoque en la gestión de los Stakeholders ya sea internos en primera instancia en la parte de estructuración de los proyectos, y posteriormente con los externos en la búsqueda de financiamiento para concretar los proyectos. Solamente para mencionar que en nuestra práctica profesional, en la actualidad para acceder a financiamiento externo especialmente en los mercados de valores, la estructuración de los proyectos debe ser seguir los modelos de “sustentabilidad empresarial” en donde los criterios ESG ya deben estar incorporados a su estrategia, a lo cual se deben incorporar las indicaciones incluidas en las “Guías para la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles” que muchas Bolsas de Valores locales ya las han publicado en función de directrices de organismos financieros internacionales como la IMCA (International Market Capital Association).

La aplicación paralela, y prácticamente obligatoria de los dos elementos anteriores, nos hace pensar que las finanzas corporativas están migrando a denominarse “Finanzas Sostenibles” ya que para la búsqueda de financiamiento los fondos que anteriormente estaban disponibles para proyectos tradicionales ahora igualmente estarán disponibles pero para proyectos desde esta nueva perspectiva, la sustentabilidad.

Qué hacer entonces? Postulamos que una nueva “estrategia empresarial” debe incorporar los criterios ESG a sus elementos principales como: Estrategia Corporativa, Modelo de Negocios, Plan Estratégico (Transformación/Transición), Sistema de Indicadores y Reportería, Verificación y Validación de Requisitos.  Esto exige decisiones desde la Alta Dirección y también el aporte de Expertos que haciendo uso de conceptos y metodologías como las de la Consultoría Transformacional (TRS: Transformation & Restructuring Services) reimpulsen los ciclos de negocios de las empresas, iniciando así el camino de transición hacia las Finanzas Sostenibles.

En cuanto a las redes globales de apoyo a las empresas, es el momento de potenciar espacios de trabajo multidisciplinario, llámese Grupo de Interés o Think Tank para formular guías de prácticas con los principales elementos que faciliten las revisiones y auditorías posteriores.  En este sentido, la regulación tanto a nivel internacionales como a nivel local, ya han dado sus indicaciones que las empresas deben ir incorporando progresivamente y que deben ser reportadas en sus Informes Financieros.