Distinguidos lectores:
Comenzamos un nuevo año con retos y aprendizajes, que representan el corolario de un 2020 que tomó por sorpresa al mundo con una pandemia que trajo profundo dolor, en especial, a aquellos que perdimos inesperadamente a nuestras personas más queridas.
El 2021 debe enfrentarse con la experiencia y el conocimiento obtenido el año pasado para resistir con fortaleza hasta que la vacunación mundial registre esta etapa en las páginas de la historia. Hoy, las empresas y trabajadores conocemos las prácticas para evitar contagios y reducir sus riesgos en nuestras industrias, pero también sabemos que las medidas de bioseguiridad deben acompañarnos en todo momento del día, incluso fuera del trabajo.
En esta edición de la Revista Industrias, en donde me dirijo a ustedes por última vez a través del editorial que suscribo como Presidente de esta noble institución, puedo aseverar que quienes hemos tenido el honor de formar parte del Consejo Directivo de la Cámara de Industrias de Guayaquil en estos cuatro años, hemos podido constatar el esfuerzo que realizan las empresas junto a sus colaboradores por un futuro más próspero para sus familias y la sociedad entera, lo cual se hace más evidente cuando aparecen retos transversales como los que nos ha presentado el COVID-19.
Este mes se posesionarán los miembros de un nuevo Consejo Directivo de la Cámara, algunos de ellos han sido reelectos, pero también se suman nuevos representantes del sector industrial. Todos ellos, bajo el liderazgo de su próximo Presidente, tendrán desafíos importantes no solo de cara a un nuevo gobierno, sino también respecto de las dificultades económicas, sanitarias, sociales y morales que deberemos superar. Mis mejores deseos para todos ellos y para el conglomerado empresarial que gira en torno nuestra valiosa y querida institución que requiere de su renovado compromiso.