Por: Juan Rivadeneira Frisch
Director Senior de Asuntos Públicos y Crisis en LLYC
Como “final de infarto” será recordada la primera vuelta electoral del 7 de febrero de 2021 en Ecuador. El día de la elección, hacia las 21h00, el Consejo Nacional Electoral (CNE) otorgó -a través de un conteo rápido- al candidato de Unión por la Esperanza (UNES), Andrés Arauz, el 31.5%, colocó en segunda posición a Yaku Pérez de Pachakutik (PK), con 20.04% y ubicó al candidato del Movimiento CREO, Guillermo Lasso, en tercer puesto con el 19.97%. Luego de ello, Pérez y Lasso han defendido -día a día- su paso a la segunda vuelta mientras avanza el conteo de votos.
Al 11 de febrero a las 16h00, el CNE mantiene a Lasso con 19.70% y a Pérez con 19.46% de las preferencias. La reducida diferencia corresponde a 98.81% de actas computadas y a 1.09% de actas con novedad. A continuación presento las siete claves, que en mi opinión, ayudan a comprender esta primera vuelta.
1.- El espacio político del correísmo en Ecuador bordea el 30%.
La votación de Andrés Arauz comprueba que existe un espacio político en el espectro ecuatoriano de alrededor del 30% que apoya a la corriente del ex presidente Correa (o en este caso quien lo representa) y que es militantemente disciplinado. Lo ratifica la votación del año 2018 en que la pregunta para eliminar la reelección indefinida tuvo similar apoyo de parte de quienes se oponían a tal propósito. Además, este espacio ha sido suficiente para que su candidato pase (primero) a la segunda vuelta y su movimiento político se consolide como la primera minoría en el nuevo Legislativo.
2.- Yaku Pérez obtiene el récord de votación del movimiento indígena en su historia.
Desde fines de los años ochenta cuando los indígenas irrumpieron en la política nacional, ningún candidato había obtenido el porcentaje que en esta ocasión Pérez ha logrado. Además, este resultado ha conducido a que PK cuente con un bloque significativo de legisladores (27). Ha dominado en la Amazonía y en la Sierra (a excepción de Pichincha y Galápagos). Con un tono de campaña alegre y apuntando a los temas “no-polarizantes” (ambientalismo, derechos, minorías, desigualdad, etc.), obtendría aproximadamente el 20% de los votos, que lo consolidan como un actor de la política nacional.
3.- Guillermo Lasso encabeza la disputa del segundo puesto.
Los resultados de Lasso en la primera vuelta de las elecciones de 2017 fueron cercanos al 29%, ahora bordearían el 20%. Es decir, son nueve puntos menos que se reflejan en la victoria en menos provincias, en especial de la Sierra, además obtiene buenas votaciones en otras, sin necesariamente ganarlas. Al momento de entrega de este artículo, Lasso ha sobrepasado en votos a Pérez, con muy pocas actas por registrar y un reconteo de probable ocurrencia.
4.- Una nueva Asamblea de izquierda.
En paralelo, el conteo correspondiente a la elección de Asambleístas prácticamente ha definido la nueva composición de la nueva Legislatura que arrancará funciones el 14 de mayo próximo. Se puede afirmar al momento, que la tendencia de la Cámara será de izquierda y que no tendría una agrupación que defina una mayoría por sí sola. En este sentido, las fuerzas quedarían con el siguiente número aproximado de escaños:
- Unión por la Esperanza (UNES): 49
- Pachakutik (PK): 27
- Izquierda Democrática (ID): 18
- Movimiento CREO: 12
- Partido Social Cristiano: 17
- Otros: 14
5.- La revelación: el candidato Hervas.
El debut en política de Xavier Hervas ha resultado la sorpresa de la elección. Con un partido que no había gravitado por muchos años en el país y de la mano de una campaña novedosa y de nicho, se presentó como un candidato distinto y obtendría el reconocimiento de 16% de los electores. Queda por ver sus próximas acciones de cara al aprovechamiento que pueda dar de ese capital político ganado, para concluir su nivel de influencia en el espectro nacional. Además del comportamiento que tendrá el bloque de legisladores obtenido (18).
6.- Los factores estructurales que se mantendrán en la segunda vuelta.
Los electores que tomaron sus decisiones usando un eje de valoración basado en la polarización política, obedecen al 50% que suman los votos de Arauz y Lasso. Sus posiciones se sostienen, en buena parte, en consideraciones binarias de apoyo o antagonismo al correísmo. Es decir, los personalismos y el populismo -más en algunos casos que en otros- también son determinantes al momento de tomar sus decisiones.
7.- Los electores que configuran el “nuevo mundo” están lejos de la polarización.
Varios estudiosos de la política ya habían descrito al “nuevo elector” que existe en América Latina. En Ecuador, considero que estas elecciones han materializado y visibilizado tal hallazgo, ya que el otro 50% de votos (Pérez, Hervas y demás) son espacios en donde los electores toman decisiones basados en consideraciones distintas a las sobrepolitizadas y polarizantes. Estos basan sus posiciones en conversaciones que se producen en comunidades que defienden causas tales como: el ambientalismo, los derechos, la defensa de las minorías, las luchas de género, la exclusión, la desigualdad, entre otros. Es decir, tienen una agenda distinta al momento de decidir sus preferencias electorales que los votantes “tradicionales”.
Finalmente, considero que el candidato que sepa balancear los factores estructurales (punto 6) y los elementos del “nuevo mundo” (punto 7), podría obtener los mejores resultados en la segunda vuelta prevista para el domingo 11 de abril de 2021 en Ecuador.