Para mí es un honor estar aquí, para presentar y exaltar a una figura verdaderamente destacada en el mundo industrial. Estamos reunidos para conocer y celebrar al mejor industrial del año, alguien cuyo compromiso, visión y dedicación ha llevado a su empresa y a la industria en general a nuevas alturas. Es importante resaltar, que esta es tan solo la segunda ocasión en que se designa como Industrial del año a alguien cuyo padre también fue galardonado con este distinguido reconocimiento. La primera persona fue la señora Doña Isabel Noboa Pontón, hija de Don Luis Noboa Naranjo por quién esta distinción lleva el nombre.
En el transcurso de los últimos años, hemos sido testigos de su arduo trabajo, su innovación constante y su habilidad excepcional, me refiero al Ing. José Antón Bucaram.
Su liderazgo ha sido una fuente de inspiración para todos nosotros, demostrando que el éxito no es solo el resultado de la ambición, sino también del esfuerzo sostenido y la pasión por la excelencia. Hay un viejo refrán que dice que “lo que se hereda no se hurta” y otro que me gusta más, el “fruto no cae lejos del árbol”, y esto se aplica a cabalidad en el señor Don José Alfredo Antón Díaz y su hijo José Antón Bucaram.
Se autodefine como un industrial por su pasión por los fierros y su inquieta creatividad, pero con una vena de comerciante. Su huella personal se plasma en haber llevado a la empresa de una organización con una administración familiar a una organización moderna, participativa, colaborativa y auto gestionable, en donde nadie es imprescindible, pero en donde todos son necesarios para una buena administración.
José Antón Bucaram o como lo llaman sus amigos, Pepe, no solo ha alcanzado logros notables en términos de crecimiento empresarial, eficiencia operativa y rentabilidad, sino que también ha establecido un estándar elevado en términos de responsabilidad social empresarial. Su enfoque integral no solo se centra en el éxito financiero, sino también en el impacto positivo que la empresa puede tener en la comunidad y en el medio ambiente. Un ejemplo de esto es la creación del Programa Pica Recikla, que promueve el reciclaje.
El mejor industrial del año no es solo aquel que alcanza cifras impresionantes, sino también aquel que lidera con integridad, guía con sabiduría y se preocupa profundamente por el bienestar de quienes lo rodean. En este sentido Pepe Antón Bucaram personifica plenamente estos valores, donde la unión familiar juega un rol principal, confirmando que la “La buena semilla siempre dará buenas cosechas”.
Es un hombre con un profundo compromiso por su familia, logrando lo que no muchas empresas familiares pueden, tener esa unidad que garantiza el apoyo entre todos. Es un padre ejemplar para su única hija, Amira, a la cual no solo le ha inculcado esos principios morales y éticos, heredados de su padre, tan necesarios hoy en día, sino que busca en ella la excelencia para que sea quien a futuro tome su posta.
Para Amira no hay mejor Coach que su papá, para ella escuchar a Pepe todos los martes hablar en la fábrica la nutre de conocimientos de cómo funcionan las cosas en la planta, aprendiendo día a día para que cuando llegue el momento ella pueda estar capacitada para dirigir la empresa.
Como abuelo, bueno, sus cuatro nietos son su vida y pasión, es el némesis de Amira, ella se encarga de educarlos y Pepe de malcriarlos en el buen sentido…..abuelo consentidor y siempre presente en la vida de sus nietos.
Con sus amigos también es un ejemplo, lo describen como “Un amigo excepcional, profesional a carta cabal, generoso y solidario. Excelente padre de familia y abuelo incomparable”.
Hoy celebramos no solo sus logros profesionales, sino también su capacidad para superar desafíos, aprender de las adversidades y liderar con valentía en un mundo empresarial en constante cambio y aún sufriendo los estragos de una pandemia que fue devastadora para muchas familias en el Ecuador y el mundo. Pepe Antón es un faro de inspiración para todos nosotros, recordándonos que el éxito sostenible se construye sobre cimientos de ética, dedicación y visión a largo plazo.
En nombre de quienes formamos parte de la Cámara de Industrias de Guayaquil, quiero expresar nuestro más sincero agradecimiento y felicitaciones a Pepe Antón Bucaram. Que este reconocimiento sea solo testimonio de la admiración y respeto que todos sentimos por su excepcional contribución al mundo industrial.
¡Brindemos por el mejor industrial del año y por un futuro lleno de más éxitos y logros!