Es un honor para mí, una vez más dirigirme a todos ustedes, en esta Sesión Solemne por el octogésimo octavo aniversario de nuestra querida Cámara de Industrias de Guayaquil, este es el último año que lo hago como presidente. Al mirar hacia atrás, me embarga un sentimiento de profundo orgullo. Orgullo de representarlos, Orgullo por todo lo que hemos logrado juntos en estos cuatro años, por lo que esta institución representa y por lo que todos ustedes significan para nuestra ciudad y el país. Es ese espíritu indomable de trabajo, la visión de progreso y el compromiso inquebrantable con el desarrollo de los guayaquileños y los ecuatorianos, lo que nos motiva.
Desde nuestra fundación institucional, hemos sido testigos y protagonistas de la evolución de la ciudad y de nuestro país. Presenciamos cómo la fuerza creativa de los ecuatorianos, sumada a la inversión y al trabajo conjunto, nos han permitido superar momentos difíciles, una pandemia global, enfrentar diversos retos, pero con resiliencia superamos la adversidad y alcanzamos objetivos trascendentales.
Hoy, nos enfrentamos a nuevos desafíos. No podemos negar la realidad que a todos nos golpea y afectan a diario la vida de nuestra gente: la violencia, el crimen organizado y la falta de crecimiento económico. Debemos dejar de lado los intereses particulares y sumar esfuerzos que aporten a la solución de estos problemas porque estamos convencidos que el país SÍ tiene salida.
Somos testigos de cómo, lamentablemente por la inseguridad, muchas familias, negocios de barrio y empresas de todo tipo y tamaño, han sido afectadas por las frustrantes restricciones para circular, o el riesgo que representa para los hijos ir a la escuela, o de sus padres ir a trabajar, o ser víctimas de las vacunas o extorsiones.
Nos han arrebatado la paz y desgraciadamente el costo ha sido muy alto, porque además de la invaluable pérdida de vidas, también representan menos oportunidades para los que no cuentan con un empleo adecuado y millones de dólares en pérdidas. Obligando a las empresas, a destinar importantes recursos para la seguridad de sus colaboradores y sus operaciones, recursos que podrían haberse invertido en innovación, en generación de empleo o en la construcción un futuro más próspero para todos.
La seguridad es una competencia del Estado y se conduce de la mano del Gobierno. Dicho eso, desde el sector privado y la sociedad civil organizada no podemos quedarnos de brazos cruzados. Este es un problema que nos atañe a todos y quiero ser muy claro: Todos juntos, desde nuestro rol y posibilidades, debemos cooperar con el propósito de recuperar la paz que nos han quitado. Debemos ser protagonistas para mejorar la convivencia ciudadana y la reconstrucción del tejido social de la ciudad y del país. Unidos, sumando esfuerzos por el Guayaquil y el país que queremos y nos merecemos.
Recuperar la paz implica mucho esfuerzo y recursos. Sepan que estamos convencidos que vale la pena involucrarnos. Con esta visión y entendiendo nuestro rol, desde la Cámara de Industrias de Guayaquil, fieles a nuestra tradición de liderazgo y compromiso con las causas relevantes para la ciudad, hemos dado un paso firme y junto a otros 11 gremios, 3 universidades y el municipio de Guayaquil, proactivamente viajamos buscando respuestas en ciudades que han pasado por situaciones similares como Medellín y Monterrey, identificando lo que les ha funcionado. En este camino, creamos la iniciativa que llamamos Mangle INC.
Mangle INC además de ser un programa bien estructurado, marca una ruta de trabajo coordinado que busca que los recursos -que no son ilimitados- sean eficientemente canalizados para generar el mayor impacto positivo posible en la reconstrucción del tejido social y mejorar la convivencia ciudadana.
MANGLE INC es la expresión concreta de nuestra irrenunciable voluntad de pasar de las palabras a la acción, de unir fuerzas con varios actores sociales para juntos construir una ciudad más segura, ese Guayaquil que queremos.
En la pantalla podrán evidenciar los nombres de los 12 gremios, 3 universidades y al municipio de Guayaquil representado por Segura EP., que conformamos esa triada de Gremios, Universidades y Gobierno Local, que hemos asumido el firme compromiso de trabajar para recuperar la paz.
Pido un fuerte aplauso para todas estas instituciones que hacen posible la iniciativa Mangle Inc.
Además, he de mencionar que la Universidad Casa Grande aportó desarrollando la imagen y nombre de MANGLE INC., y que la USAID entregó importantes recursos para desarrollar el modelo de gobernanza.
Siendo infidente con ustedes, les comento que al momento en que se presentó la oportunidad de sumarse a esta lucha, ninguna de las organizaciones citadas dudó un minuto en involucrarse. Así, emprendimos un proceso responsable y con dirección metodológica, recogiendo experiencias internacionales como las que mencioné, así como la evaluación del BID sobre programas exitosos de seguridad y convivencia ciudadana en América Latina.
Desde Mangle Inc., enfocaremos nuestros esfuerzos en:
- Crear oportunidades y redes para la reconstrucción del tejido social.
- Fortalecer las capacidades locales de seguridad y justicia.
- Promover el desarrollo de infraestructura que integre y desarrolle comunidades vulnerables.
- Promover la creación de un observatorio de seguridad y convivencia ciudadana.
- Realizar diálogos entre actores y medios de comunicación para profundizar la comprensión sobre la realidad de la ciudad y los escenarios de futuro.
- Promover la coordinación con organismos de seguridad pública, definiendo protocolos de actuación en casos de contingencias y crisis y
- Impulsar reformas para la construcción de capacidades en seguridad y convivencia ciudadana.
Lo que acaban de evidenciar, ratifica el propósito medular de esta iniciativa: cambiar positivamente el futuro de muchas vidas.
Debo destacar que, en el marco de la cumbre internacional por la seguridad desarrollada en estos mismos salones hace pocos días, nos reunimos con el Presidente del BID y con la Sub Directora General de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado GI-TOC, con quienes compartimos los objetivos y necesidades de MANGLE INC. fue muy grato evidenciar la enorme predisposición a cooperar en pro del Guayaquil que queremos.
Como testimonio de que Mangle Inc., es una realidad palpable, quiero compartir con ustedes la inmensa alegría que sentimos ayer al inaugurar los juegos infantiles en la Isla Trinitaria, este esfuerzo de “urbanismo e infraestructura social” fue posible gracias al apoyo de USAID, y de algunos integrantes de la iniciativa, como la Cámara de Construcción, la Asociación de Puertos Privados, Segura EP., y nosotros.
Dentro del ámbito virtuoso del trabajo conjunto, un claro ejemplo de sostenibilidad con enfoque social es Red Victoria Tiendas, iniciativa dirigida preferentemente a mujeres, está gestionada por nuestra Cámara con el valiosísimo apoyo y compromiso de 5 empresas privadas y de USAID. Fomentamos el emprendimiento, la creación de puestos de trabajo y sostenibilidad de la economía familiar. Red Victoria en sus cuatro fases, en Latacunga, Ambato y Guayaquil, hemos beneficiado a más de 2.000 tiendas de barrio de las cuales el 75% son de propiedad de mujeres o administradas por ellas; el 22% son jóvenes entre 18 y 30 años y el 59% cuentan con una persona empleada.
Dado que la inseguridad no es la única preocupación de los ecuatorianos y que en nuestra Cámara creemos en la construcción de consensos como el mecanismo más efectivo para identificar e implementar soluciones estructurales, evidenciamos que el país está metido en lo que yo llamo una “Trampa de Intereses¨, donde nadie quiere ceder su metro cuadrado, sin entender que los grandes problemas se solucionan solo si trabajamos juntos, buscando los tan anhelados consensos, que nos permitan acordar el qué y el cómo sacar al país de la crisis y logar el desarrollo sostenible.
Desde la Cámara de Industrias de Guayaquil en estos 4 años hemos insistido en la impostergable necesidad de atraer inversiones para crear nuevas plazas de empleo que combatan la pobreza y la inseguridad. Por ello, nuestro rol como gremio empresarial ha sido, es y será trabajar de manera incansable para tener un país amigable con la iniciativa privada.
Los sectores estratégicos como el petróleo, la minería y la energía, tienen un potencial enorme para impulsar nuestro desarrollo. Las actividades extractivas formales, ambientalmente responsables y de alta tecnología, son esenciales para el funcionamiento de nuestra civilización.
Si bien la participación de la actividad petrolera ha disminuido entre 2015 y 2022, esta representó cerca del 9% del PIB. A pesar de su importancia, en la actualidad es una de las actividades productivas que se encuentran bajo el absurdo ataque de ideologías que tratan de menospreciar los enormes avances que han tenido millones de ecuatorianos producto de los ingresos generados.
La huella del pesimismo se siente, es así que el Banco Central estimó una reducción en la previsión de crecimiento de 0,7 y 0,8 puntos porcentuales en 2023 y 2024, como consecuencia de los resultados del cierre del Bloque 43-ITT. Si hablamos de empleo, más de 30 mil familias podrían quedarse sin una fuente de sustento que les permita llevar alimentos a sus hogares, curar y vestir a sus hijos. El cese de operaciones de extracción de crudo en el Bloque 43-ITT, implicaría una pérdida de ingresos petroleros de al menos $3,500 millones de dólares, hasta el 2026. Estas pérdidas inobjetablemente reducirán las preasignaciones de los presupuestos de salud, educación, gobiernos seccionales y el gasto de inversión pública, además no será menor el mensaje negativo para la atracción de inversiones.
A propósito de nuestros minerales, estamos convencidos que el sentido de urgencia y responsabilidad ambiental deben primar. Por cada dólar de producción en minería formal se generan 0,42 centavos en el resto de los sectores productivos. Esto implica que en la actualidad existan alrededor de 350 mil empleos directos e indirectos y que en los próximos 30 años se generen ingresos para el Estado por más de 40 mil millones de dólares. Imaginen con esos recursos poder construir 40.000 escuelas o 2.500 hospitales o resolver la crisis de energía. El verdadero desafío consiste en que decidamos avanzar por ese camino y en gestionar aquellos recursos con responsabilidad.
Otro reto a superar es la crisis energética, crisis que nos recuerda la importancia de contar con un marco regulatorio moderno y eficiente, pero también de la responsabilidad y nuestro rol para superar el problema. Es un desafío que debemos convertir en oportunidad, ya sea buscando la eficiencia energética para reducir y optimizar nuestro consumo, así como aprovechar el potencial de las energías renovables y atraer inversiones privadas para una generación eléctrica confiable y sostenible.
Y hablando de oportunidades, debo destacar la labor que realizamos desde nuestra Cámara para promover iniciativas como Expoindustria que se ha convertido en más que una vitrina para exhibir productos y servicios. En la actualidad es un punto de encuentro de una comunidad empresarial donde la innovación, la colaboración y el intercambio de ideas encuentran un terreno fértil.
Convencidos del efecto multiplicador que en Guayaquil han tenido las 5 ediciones anteriores de EXPOINDUSTRIA, tomamos la decisión de realizar el próximo 12 y 13 de septiembre -en alianza con la CIPEM- la primera edición de EXPOINDUSTRIA CUENCA. Estamos convencidos que generará un impacto positivo para los empresarios que han copado el recinto ferial.
También hemos considerado crucial incursionar en la ejecución de actividades de promoción comercial, como la participación en ferias y misiones comerciales internacionales. Estas actividades no solo brindan a las empresas locales la oportunidad de exhibir sus productos y servicios en escenarios internacionales, sino que también facilitan el acceso a mercados emergentes y nuevas oportunidades de negocio.
En el 2024 participamos en la feria EXPOCOMER en Panamá, visitamos las ferias ANUGA FOODTECH en Alemania y ALIMENTEC en Colombia; además realizamos una misión comercial a Guatemala y Costa Rica y próximamente estaremos -con un buen grupo de empresarios- explorando la dinámica comercial de la Florida. Para 2025 planificamos más actividades que permitan que las pequeñas, medianas y grandes empresas participen del círculo virtuoso del comercio internacional, ya que volveremos a EXPOCOMER en Panamá y a ANUGA en Alemania, así como otras actividades fuera del país.
Antes de terminar quisiera en nombre del Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB), la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB) y de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador invitarlos a participar en el Décimo Quinto Encuentro Empresarial Iberoamericano que se realizará en Cuenca el 13 y 14 de noviembre, importantísimo evento que no pueden perderse, este se realiza cada 2 años en el marco de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de los 22 países que conforman la comunidad Iberoamericana.
Queridos amigos, hago una pausa a lo institucional ya que quisiera expresar unas palabras a título personal. Y es que en estos cuatro años al frente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, he tenido el privilegio de trabajar junto a un equipo humano excepcional, me refiero -principalmente- a los miembros del Directorio, a los colaboradores de la Cámara y a los colegas de otros gremios, todos comprometidos con la defensa de los intereses del sector productivo y con la construcción de un Ecuador más próspero. No me queda duda del amor de cada uno de ellos por nuestro país.
En el camino hacia la conclusión de mi periodo como presidente de este importante gremio empresarial, puedo decir con satisfacción que hemos seguido consolidando las bases que sentaron mis antecesores para construir el Ecuador del futuro, un Ecuador más sostenible e inclusivo. También nos hemos fortalecido organizacional y financieramente, hemos ampliado nuestra red de alianzas y afianzado nuestro liderazgo como uno de los principales voceros del sector productivo.
Se que el camino por delante no será fácil. Los desafíos son grandes, pero también lo es nuestra determinación de enfrentarlos.
Como industriales, seguimos empernados al país donde hemos echado raíces y donde queremos ver que nuestra familia, colaboradores y todos los ciudadanos crezcan y se desarrollen. Un Ecuador unido, donde la inversión, el trabajo y la innovación sean los pilares de nuestro progreso.
Muchas gracias.