Por: Dirección de Estudios CIG
Xavier Andrade / Iván Pisco / Leonard Quinde

 

Desde su retorno a la presidencia en enero de 2025, Donald Trump ha reactivado un enfoque proteccionista en política comercial. La medida más significativa se oficializó el 2 de abril con la imposición de un arancel general del 10% a todas las importaciones que ingresen a Estados Unidos, excluyendo temporalmente a países con tratados vigentes que cumplan ciertos estándares. A esto se sumaron aranceles adicionales del 25% para productos provenientes de más de 60 países, incluyendo China y naciones latinoamericanas sin acuerdos de libre comercio vigentes. Posteriormente, algunas medidas fueron parcialmente revertidas: productos esenciales como medicamentos y ciertos insumos industriales fueron eximidos temporalmente, y se flexibilizaron los términos para México y Canadá bajo el T-MEC.

Las consecuencias fueron rápidas. El Dow Jones cayó más de 4.000 puntos en dos días, reflejando la preocupación del mercado ante una guerra comercial ampliada. China respondió anunciando la imposición de nuevos aranceles a productos tecnológicos y agroindustriales estadounidenses, y apeló ante la OMC alegando violaciones al principio de nación más favorecida. Paralelamente, la Reserva Federal manifestó tensiones respecto a la política comercial y monetaria, en particular por el repunte inflacionario que podría surgir de la subida generalizada de precios. El crudo Brent superó los USD 95, impulsado por la incertidumbre logística y la tensión entre potencias.

Entre los sectores productivos a nivel de Estados Unidos con representantes que han manifestado serias preocupaciones e incertidumbre ante la política arancelaria de la administración Trump, ya sea por incrementos de costos (y consecuentemente de precios), afectaciones y modificaciones de la cadena de suministros, o incluso ante la necesidad de realizar nuevas inversiones, relocalizaciones y adaptaciones de sus procesos productivos, destacan:

  • Industria automotriz
  • Electrodomésticos y maquinaria
  • Sector farmacéutico
  • Minería y metales
  • Logística y transporte
  • Comercio minorista (especialmente el relacionado a productos importados masivamente como electrónicos, herramientas y artículos del hogar)

Además, bajo este contexto, el Fondo Monetario Internacional redujo su pronóstico de crecimiento global a 2,8% para 2025 (previamente 3,3%), y el crecimiento de Estados Unidos a 1,8% (previamente 2,7%), destacando las tensiones comerciales como un factor determinante en la desaceleración.

Implicaciones bilaterales Ecuador-Estados Unidos

Ecuador fue incluido en la lista de países con aranceles del 10% (adicionales) aplicable a la mayoría de los productos, sin acceso a exenciones especiales. El sector más afectado ha sido el agroexportador, particularmente el de flores, banano y camarón. Empresas ecuatorianas han reportado demoras en aduanas estadounidenses, aumentos de costos y anulaciones de contratos, presentándose las siguientes situaciones:

  • Flores: Las flores ecuatorianas, que anteriormente enfrentaban un arancel del 6,8%, ahora deben pagar un 16,8% para ingresar al mercado estadounidense. Esto las coloca en desventaja frente a competidores como Colombia, que, aunque también enfrenta un arancel adicional del 10%, sigue teniendo condiciones más favorables debido a su arancel base de 0% producto de su tratado de libre comercio con Estados Unidos.
  • Atún: Las conservas de atún han visto incrementos arancelarios significativos. Por ejemplo, los enlatados en agua pasaron de un arancel del 12,5% al 22,5%, y los enlatados en aceite del 35% al 45%. Además, los lomos de atún y otros pescados, que se exportaban con un arancel del 1,5%, ahora enfrentan un 11,5%.
  • Cacao: El cacao ecuatoriano, que anteriormente ingresaba sin aranceles a Estados Unidos, ahora enfrenta un arancel del 10%. Aunque este porcentaje es similar al de otros países productores como Ghana (4to principal proveedor de este producto a nivel de Estados Unidos), los productores ecuatorianos manifiestan preocupaciones sobre la posible disminución de la demanda debido a factores como la inflación y la consecuente reducción del poder adquisitivo de los consumidores.
  • Brócoli: El arancel para el brócoli ecuatoriano ha aumentado del 15% al 25%. Esto coloca al producto en una posición menos competitiva frente a países como Guatemala, que enfrenta un arancel del 10% debido a su arancel base del 0% en el marco de su acuerdo comercial con Estados Unidos.

Desde el lado ecuatoriano, apenas se definieron los nuevos esquemas arancelarios a aplicarse por parte de Estados Unidos, se realizaron una serie de acciones por parte de diversos actores, públicos y privados, entre las que destacan:

  • Reuniones de alto nivel en Washington: El 8 y 9 de abril de 2025, una delegación encabezada por la canciller Gabriela Sommerfeld y representantes de gremios productivos, como la Cámara de Industrias de Guayaquil, se reunió en Washington con la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos USTR. Se abordaron las implicaciones del arancel del 10% y se exploraron vías para su reducción o eliminación, teniéndose que el lado estadounidense mostró apertura a discutir mecanismos de reciprocidad comercial. Además, se mantuvo reuniones con la Cámara de Comercio de EE. UU.
  • Sesión del Consejo de Comercio e Inversiones TIC[1]: Se anunció una nueva sesión para el segundo semestre de 2025, con el objetivo de fortalecer los lazos bilaterales.
  • Reducción temporal de aranceles a vehículos estadounidenses: El Comité de Comercio Exterior COMEX emitió la Resolución 003-2025, reduciendo temporalmente al 10% los aranceles para vehículos originarios de Estados Unidos, medida vigente hasta el 31 de diciembre de 2025. Ver cuadro No. 1
  • Eliminación de barreras comerciales: El gobierno ecuatoriano trabaja en la identificación de barreras técnicas y arancelarias que podrían ser flexibilizadas para mejorar el clima de negocios con Estados Unidos.

 

[1] Mecanismo de diálogo y cooperación entre Estados Unidos y Ecuador para discutir y avanzar en asuntos de comercio e inversión bilateral. Fue establecido en 1990 y se ha reunido varias veces para evaluaciones respecto a la relación comercial y de inversión entre ambos países.

Respecto al último elemento mencionado, cabe señalar que la oficina del USTR determinó una serie de elementos considerados como barreras al comercio internacional por parte de Ecuador, entre los que constan:

  • Falta de avances en la eliminación del Sistema de Franja de Precios Andinos. Este sistema lo consideran una barrera a las exportaciones agrícolas estadounidenses, ya que se impone un recargo variable que aumenta cuando los precios mundiales disminuyen.
  • Barreras a la importación: Licencias de importación, barreras técnicas, barreras sanitarias y fitosanitarias.
    • Procesos largos y poco transparentes en licencias de importación agrícolas.
    • Denegaciones de licencias sin notificación ni explicación.
    • Requisitos excesivos de información confidencial.
    • Regulaciones restrictivas en cosméticos y cuidado personal
    • Prohibición de productos con terbufos[2].
  • Contratación pública
    • Procesos poco transparentes y corruptos.
    • Barreras en contratos gobierno a gobierno con el Ministerio de Defensa.
    • Empresas estatales con procesos de compra que distorsionan la competencia.
  • Barreras a los servicios: restricciones a la publicidad extranjera.
  • Débil protección a los derechos de propiedad intelectual y ciertas disposiciones del Código Ingenios (excepciones y limitaciones de derechos de autor, material patentable e indicaciones geográficas).
  • Barreras al comercio digital y electrónico: Requisitos de localización de datos, e incertidumbre regulatoria respecto al régimen de protección de datos personales.
  • Barreras a la inversión:
    • Renuncia a Tratados Bilaterales de Inversión TBI
    • Vigencia del Impuesto a la Salida de Divisas ISD
    • Minería ilegal como disuasivo de inversión
    • Registro de concesiones mineras cerrado
  • Subsidios que distorsionan la competencia: diésel, gasolinas.

Situación comercial Ecuador-Estados Unidos

Tradicionalmente, Estados Unidos se ha mantenido como uno de los principales socios comerciales de Ecuador, constituyéndose en un destino estratégico y de interés para una muy amplia variedad de productos primarios e industrializados. Entre enero y febrero de 2025, las exportaciones no petroleras de Ecuador hacia Estados Unidos sumaron USD 1.121 millones, ubicándose como el principal destino para estas operaciones, con una participación del 24% (24% para el caso de productos primarios, y 26% para el caso de productos industrializados).

El comercio entre Ecuador y Estados Unidos se caracteriza por a) una presencia mayoritaria de productos primarios no petroleros en la cesta de exportación de Ecuador hacia este destino, y b) constituirse en un mercado de alta relevancia para productos como desperdicios y desechos de oro (participación de 100% respecto al total exportado al mundo, entre enero y febrero de 2025), maderas terciadas y prensadas (88%), productos agrícolas no tradicionales (84%) (destacando: yautía, taro, arrurruz, espárragos, yuca, cebollas y chalotes, quinua, vainilla sin triturar ni pulverizar, rosales sin injertar, entre otros), plátano (77%), frutas no tradicionales (71%) (destacando: pitahaya roja, pitahaya amarilla, tomate de árbol, uvillas, lulo (naranjilla)), artesanías diversas (71%) (destacando: mármol, travertinos y alabastro), hojas de té (69%), artículos de cestería (65%), elaborados de cacao (60%), otros elaborados del mar (60%) (destacando: camarones presentados en envases no herméticos), pescado (56%), elaborados de banano (55%), carne, leche y elaborados (54%) (destacando: yogurt, y queso fresco sin madurar), atún (50%), entre otros productos.

Durante 2024, las exportaciones no petroleras hacia Estados Unidos sumaron USD 5.043 millones, registrándose un incremento de 16% respecto a 2023 (+19% para el caso de productos primarios, y +3% para el caso de los industrializados). Entre enero y febrero de 2025, la tendencia al alza observada en 2024 se reforzó, observándose exportaciones no petroleras por USD 1.121 millones, y un incremento de 39% respecto al mismo período de 2024, esto debido a un incremento de 40% para las exportaciones de productos primarios (destacando cacao, con un incremento de 1.042% (+USD 224 millones)), mientras que los productos industrializados registraron un incremento de 35% (destacando los elaborados de cacao, con una variación de +196% (+USD 30 millones))[3]. Entre 2019 y 2024, las exportaciones ecuatorianas no petroleras hacia Estados Unidos se incrementaron a razón de 14% por año: +15% por año para el caso de productos primarios, y +10% por año para el caso de productos industrializados.

En cuanto a las importaciones ecuatorianas procedentes de Estados Unidos, estas han mantenido un buen dinamismo, con un crecimiento a razón de 7% por año entre 2019 y 2024 (con un crecimiento de también 7% en el último año). En este contexto, entre enero y febrero de 2025 se observó un importante repunte de 58% respecto al mismo período del año previo (materias primas: -6%; bienes de capital: -4%; bienes de consumo: +68%). Ver gráfico No. 1

 

[2] Insecticida y nematicida de amplio espectro que se aplica al suelo en forma de gránulos, con una actividad sistémica que afecta a plagas tanto en las raíces como en la parte aérea de las plantas

[3] Si se excluyen las exportaciones primarias de cacao y las de elaborados de cacao, se tiene que entre enero y febrero de 2025 las exportaciones no petroleras de Ecuador hacia Estados Unidos se incrementaron en 8% respecto mismo período de 2024 (+6% para el caso de los productos primarios, y +18% para el caso de los industrializados).

Entre los principales productos de exportación hacia Estados Unidos destacan:

  • Camarones (USD 293 millones entre enero y febrero de 2025; participación de 26% respecto al total de las exportaciones no petroleras hacia este destino)
  • Cacao (USD 245 millones; 22%)
  • Banano (USD 100 millones; 9%)
  • Oro (USD 74,8 millones; 7%)
  • Flores Naturales (USD 69,7 millones; 6%)
  • Elaborados de cacao (USD 45,5 millones; 4%)
  • Otras frutas (USD 40,6 millones; 4%) (destacando: pitahayas)
  • Productos agrícolas en conserva (USD 26,2 millones; 2%) (destacando: brócoli)
  • Plátano (USD 24,9 millones; 2%)
  • Enlatados de pescado (USD 23,8 millones; 2%)
  • Otros productos agrícolas (USD 22,1 millones; 2%) (destacando: yautía, taro, malanga)
  • Elaborados de banano (USD 21,5 millones; 2%)
  • Otras manufacturas de metales (USD 15,8 millones; 1%) (destacando: perfiles huecos de aleaciones de aluminio; barras y perfiles macizos, de aleaciones de aluminio; plomo refinado, en bruto)
  • Pescado (USD 14,4 millones; 1%)
  • Aparatos eléctricos (USD 12,9 millones; 1%) (destacando: Conductores eléctricos; Transformadores de dieléctrico líquido)
  • Maderas terciadas y prensadas (USD 11,5 millones; 1%)
  • Atún (USD 9,2 millones; 1%)
  • Manufacturas de cuero, plástico y caucho (USD 6,6 millones; 1%) (destacando: neumáticos nuevos de caucho; sacos, bolsitas y cucuruchos, de polímeros de etileno)
  • Otras mercancías (USD 6,3 millones; 1%) (destacando: paquetería Courier)
  • Otros desperdicios (USD 6,3 millones; 1%) (destacando: desperdicios y desechos de oro)

Cabe señalar que entre las categorías de productos antes listadas se concentra aproximadamente el 95% de las exportaciones ecuatorianas no petroleras hacia Estados Unidos.

Situación base de Ecuador frente a la nueva política arancelaria de Estados Unidos

Según los registros estadísticos de la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos USITC, durante 2024 esta nación importó desde Ecuador USD 5.031 millones en mercancías no petroleras, de las cuales USD 3.891 millones correspondieron a productos primarios y USD 1.140 millones a productos industrializados. En términos generales, el 66% de estas importaciones ingresaron a Estados Unidos con una tarifa arancelaria del 0% (75% en el caso de las operaciones de productos primarios, y 33% en el caso de las de productos industrializados), otro 10% lo hizo con una tarifa arancelaria de hasta un 5% (4% en cuanto a productos primarios, y 33% en cuanto a productos industrializados), otro 20% con una tarifa superior al 5% pero no superior al 10% (17%; 20%), y un 24% pagando una tarifa arancelaria superior al 10% (34%; 20%). Ver cuadros No. 3 y 4

Cuando el presidente Donald Trump anunció los nuevos aranceles a aplicarse, Ecuador al recibir un arancel del 10% (adicional) enfrentó una posición favorable respecto a naciones a las que se les aplicó un arancel superior, incluso pese a la ausencia de un Acuerdo Comercial entre Ecuador y Estados Unidos. Sin embargo, cuando el gobierno estadounidense optó por paralizar esta decisión y proceder a mantener un arancel del 10% para todos los países (excepto China), Ecuador pasó a enfrentar una posición delicada, debiéndose tener en cuenta las posibles respuestas de sus principales competidores en este mercado. En los cuadros No. 5 y 6 se muestra a manera de resumen la posición de Ecuador frente a sus principales competidores (en términos de participación y/o relevancia de estos) en cuanto a las principales exportaciones de productos primarios e industrializados de nuestro país hacia la nación americana.

Estrategias adoptadas desde el lado ecuatoriano

Ante el nuevo escenario arancelario en el mercado estadounidense, el sector empresarial ha optado por la evaluación y adopción de una serie de estrategias para mitigar amenazas e incluso aprovechar oportunidades, entre las que destacan:

  • Fortalecimiento de capacidades logísticas y normativas: Las empresas exportadoras pueden beneficiarse de una revisión integral de su cadena logística, aprovechando mecanismos como depósitos aduaneros, zonas francas o acuerdos logísticos compartidos que reduzcan tiempos y costos. 
  • Diversificación intra mercado: En lugar de reemplazar Estados Unidos como mercado, se busca identificar nuevos nichos dentro del mismo país, priorizando productos con menor sensibilidad arancelaria, o aquellos en los que Ecuador tenga ventajas comparativas (orgánicos, comercio justo, sostenibles, etc.). 
  • Aprovechamiento de servicios de inteligencia comercial: Incrementar la capacidad y el uso de monitoreo de mercados, precios y medidas no arancelarias, tanto desde el sector público como desde las empresas, para asegurar reacciones ágiles a cambios regulatorios. 
  • Alianzas con importadores y distribuidores en Estados Unidos: Establecer acuerdos comerciales estables con operadores estadounidenses que puedan asumir parte del impacto arancelario o garantizar volúmenes estables a cambio de mejores condiciones. 
  • Gestión gremial unificada: Promoción de una agenda de defensa comercial conjunta entre gremios de exportación y de principales actividades productivas asociadas al tema, con vocería técnica, coordinada y respaldada por evidencia económica.

Aunque esta coyuntura arancelaria representa una amenaza significativa para la estabilidad de las exportaciones ecuatorianas hacia su principal socio comercial, las acciones que adopten ambos gobiernos en las próximas semanas serán clave para contener efectos adversos y mantener una relación comercial que ha sido estratégica por décadas. Indudablemente el empresariado ecuatoriano deberá prepararse para un escenario de mayor volatilidad, evaluando alternativas logísticas, fortaleciendo el cumplimiento normativo y explorando nuevos mercados de destino, pero también nuevos nichos en el mercado americano.