DIRECCIÓN DE ESTUDIOS CIG
XAVIER ANDRADE / IVÁN PISCO / LEONARD QUINDE / CRISTELL CORONEL

En Ecuador, el sector de la construcción se ha caracterizado por ser uno de los mayores sectores económicos en términos de su aporte al Producto Interno Bruto PIB, ubicándose tercero por detrás de la manufactura y del comercio, esto considerándose las actividades económicas a grandes rasgos.

Durante 2019 este sector contribuyó al PIB del Ecuador con USD 11.691 millones, lo que representó una participación de 9% respecto al PIB no petrolero en dicho año (en términos reales, es decir descontando el efecto de la inflación). Cabe resaltar que, aunque con el resultado anterior mantiene su representatividad a nivel de las actividades económicas desarrolladas en Ecuador, esta participación ha tendido a reducirse en los últimos años, alejándose de su máximo nivel de 11,4% lograda entre 2013 y 2014. Ver gráfico No. 1

En años recientes el sector de la construcción ha presentado un desempeño económico poco favorable. En 2019, el Producto Interno Bruto de este sector se contrajo en -5,2%, y aunque lo anterior resultaría comprensible en el contexto del lento desempeño económico que se registró en 2019 (en dicho año la economía no petrolera creció en apenas 0,3%), dicho resultado negativo se suma a los resultados negativos registrados en los últimos 5 años, período en el cual el único valor positivo fue un crecimiento de apenas 0,6% registrado en 2018. Puesto en un contexto histórico, el desempeño en años recientes del sector de la construcción le ha representado un retroceso importante, esto considerando que entre 2001 y 2010, mientras la economía no petrolera creció a razón de 4,4% por año, el sector de la construcción logró un ritmo de crecimiento de 5,9% por año, superando así en desempeño al resto de sectores económicos, pero este comportamiento se revirtió para el siguiente ciclo, teniéndose que entre 2011 y 2019 el sector de la construcción reportó un incremento de su actividad (medida en términos del PIB) de apenas 0,9% por año. Incluso, si se realiza una evaluación de un período más reciente, se observa que en los últimos 3 años (2016-2019) el sector ha presentado una contracción de su PIB a razón de -3,0% por año. Ver cuadro No. 1 y gráfico No. 2

El desempeño de las Ventas

El lento desempeño de la economía ecuatoriana acontecido en 2019 es visible también en las cifras de ventas, ya que, según las cifras oficiales del Servicio de Rentas Internas, durante 2019 el total de actividades económicas a nivel nacional reportaron ingresos por operaciones locales y de exportación por USD 191.023 millones, lo que representó un incremento de apenas 1% en comparación al año anterior, destacándose una caída en las ventas del sector de la construcción en el orden del -12%. La problemática que se ha generado por la emergencia sanitaria del COVID-19 ha generado mayores complicaciones al sector de la construcción, teniéndose que entre enero y abril de este año sus ventas cayeron en -39% en comparación al mismo período de 2019. Si se consideran únicamente los resultados de marzo y abril, se tiene que entre ambos meses el sector de la construcción perdió ventas por USD 469 millones, lo que ha representado una caída de -57% respecto a los niveles logrados en el período marzo-abril de 2019. Ver cuadros No. 2 y 3

Visto la situación del sector de la construcción por empresas, primero es necesario señalar que entre las empresas de mayor volumen de facturación se ubican algunas asociadas a proyectos puntuales, como ocurre por ejemplo con CONSORCIO LINEA 1 METRO DE QUITO ACCIONA, que en 2018 reportó ingresos totales por USD 544 millones, lo que le representó un incremento de su facturación de 29% respecto al año anterior.

Si se omiten ese tipo de proyectos, es posible observar que incluso a nivel de las 10 mayores empresas del sector de la construcción existen desempeños no favorables en su nivel de actividad, como ocurre por ejemplo con HERDOIZA CRESPO CONSTRUCCIONES, cuya facturación en 2018 cayó en -13% (aunque para 2019 reportó un incremento de ventas de 17%), situación que se repite para el resto de empresas que conforman el ranking de las mayores 100 empresas del sector de la construcción (considerando su nivel de facturación). Ver cuadro No. 4

¿Qué ocurre con el empleo?

El ritmo de actividad económica de años recientes ha impactado de manera directa en la dinámica del mercado laboral. En el contexto del lento crecimiento de ventas de 2019, el empleo adecuado pasó de 3,26 millones de personas a 3,15 millones, lo que representó una pérdida de 115.782 plazas de empleo, es decir una contracción de 4% del empleo formal y de calidad. En el caso del sector de la construcción, la pérdida de puestos de empleo adecuado fue 21.647 plazas, una contracción de 8%.

Visto en el mediano plazo reciente, entre 2016 y 2019 los niveles de empleo adecuado se redujeron en 96.996 plazas, lo que significó una contracción del 3%, pero en el sector de la construcción la pérdida de puestos de empleo adecuado en dicho período fue de 34.464 plazas, lo que representa una contracción de su capacidad de generación de empleo adecuado del 13%. Ver cuadro No. 5

Otros indicadores

Pese a la dinámica hasta ahora evaluada respecto al sector de la construcción, en los últimos 3 años (2016-2019) se ha evidenciado un moderado ritmo de crecimiento en las importaciones de materiales de construcción, esto considerando que entre 2016 y 2019 las importaciones de estos rubros se incrementaron a razón de 14% por año

Pese a la cifra anterior, es necesario puntualizar 2 elementos: por un lado, durante 2016 se experimentó una abrupta caída de las importaciones en términos generales, esto debido tanto al escenario económico recesivo de 2015 y 2016, como también atribuible al régimen de salvaguardias que mantuvo vigencia en dicho año, e incluso, es necesario enfatizar que pese a la recuperación de estas importaciones en años recientes (2016-2019), el nivel de USD 559 millones en importaciones de materiales de construcción alcanzado en 2019 se mantiene distante de los USD 1.029 millones en compras al exterior de estos materiales que se reportara en 2014.

Por otro lado, es necesario considerar que estas importaciones en ocasiones obedecen a dinámicas puntuales, como por ejemplo ocurre con proyectos o infraestructura a gran escala (obra pública normalmente, para el caso ecuatoriano), por lo que el crecimiento de estas no necesariamente obedece a un buen desempeño generalizable para el total de empresas del sector.

Al retomar el análisis para un período más reciente, incluso pese a que en 2019 las importaciones de materiales de construcción se incrementaron en 2%, para el período enero-abril de 2020 se registra una caída de estas importaciones en el orden del -25% respecto el período enero-abril de 2019, y aunque lo mismo podría atribuirse a la situación del mercado en el contexto de la emergencia sanitaria por COVID-19, lo cierto es que incluso en el período enero-febrero ya se observaba un comportamiento a la baja: -8% respecto enero-febrero de 2019. Ver cuadro No. 6

Pese a que los resultados económicos de los últimos años son poco favorables, a nivel del sistema bancario ha existido un buen desempeño tanto para el caso de los depósitos como de los créditos otorgados, esto atribuible a la confianza de los usuarios en la banca privada, la cual puede atribuirse a su vez al sistema de dolarización vigente que impide un deterioro del valor de los ahorros producto de devaluaciones de la moneda.

En los últimos 5 años (2014-2019) a nivel del sistema de bancos privados existió un incremento de los depósitos captados a razón de 4% por año, mientras que el nivel de los créditos otorgados por estos bancos creció a un ritmo de 9% por año. Incluso, en el último año (2019) se registró una mayor actividad a nivel de los bancos privados, con un incremento de los depósitos de 8% respecto al año previo, y de 10% para el caso de los créditos otorgados.

Aunque esta dinámica presenta un escenario favorable en términos generales, si se evalúa únicamente lo ocurrido con los créditos inmobiliarios el escenario cambia moderadamente. Durante 2019, los créditos inmobiliarios (incluye créditos para viviendas de interés público) otorgados a nivel del sistema de bancos privados sumaron USD 2.386 millones, equivalentes al 8% del total de créditos colocados por dicho sistema en dicho año, teniéndose que la mayor participación de este tipo de operaciones crediticias se dio entre 2007 y 2010, con un nivel de hasta el 15%. En los últimos 3 años (2016-2019), mientras que los créditos inmobiliarios crecieron a razón de 6% por año, el volumen del resto de créditos se incrementó a un ritmo de 15% por año (pasó de USD 17.029 millones en diciembre de 2016, a un nivel de USD 25.792 millones en diciembre de 2019). Al margen de este comportamiento, a mayo de 2020 el volumen de créditos inmobiliarios otorgados en el sistema de bancos privados se mantuvo prácticamente al mismo nivel al que cerró a diciembre de 2019 (variación de -0,3%), mientras que el volumen del resto de créditos cayó en -5% en el mismo período. Ver gráfico No. 3

¿Cuál es la proyección del sector de la construcción en el corto plazo?

De momento, aunque existen previsiones al respecto, todavía es difícil establecer el rumbo que tomará la economía ecuatoriana en el corto plazo, ya que, al final de todo, la dinámica de ventas depende del comportamiento que adopte la demanda, y de momento persisten incertidumbres respecto al ritmo de reactivación de la demanda doméstica tanto en el mercado nacional como en el internacional, esto sin considerar que además ciertas ventas de productos estacionales o de temporada ya no podrán recuperarse.

En lo que respecta al sector de la construcción, es necesario reconocer que el mismo puede verse impulsado a través del gasto público materializado en la construcción de infraestructura de toda índole, de manera que, para el caso ecuatoriano, al desaparecer la capacidad de gasto y de inversión en obra pública por parte del Gobierno central, existe una afectación directa sobre la dinámica de ciertas empresas dedicadas a ese tipo de construcciones. Esto no es una situación particular de Ecuador, ya que algo similar se observa en el caso colombiano, cuya economía entre 2016 y 2019 creció a razón de 2,4% por año, pero en el caso específico de su sector de la construcción, se observa una caída del mismo a razón de 1,5% por año en el período referido. Ver cuadro No. 7

Desde agosto de 2018 mantiene vigencia en Ecuador la Ley Orgánica para el Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo, y Estabilidad y Equilibrio Fiscal, la cual sirvió de soporte legal a los USD 1.150 millones en contratos de inversión que se celebraron entre el Gobierno y 53 empresas durante 2019, y aunque entre dichas empresas no se identifican empresas vinculadas de manera directa al sector de la construcción, la naturaleza misma de estas operaciones de inversión benefician de manera indirecta a los proveedores y contratistas de las empresas inversionistas. Ver cuadro No. 8

Un elemento importante a considerar dentro de esta Ley de Fomento Productivo, son las reformas realizadas en materia de la Ley Orgánica para Asociaciones Público-Privadas y la Inversión Extranjera, a través de las cuales se aclarecen los lineamientos legales necesarios para que este tipo de operaciones se lleven a cabo. La actual emergencia sanitaria ha demostrado cuan insuficiente puede resultar la infraestructura hospitalaria existente en el país, convirtiendo así la inversión en salud en un elemento de interés para los capitales foráneos, incluso pese a las condiciones actuales. Indistintamente del sector hacia el cual finalmente puedan fluir estos capitales, la importancia de este tipo de instrumento es que alivia el esfuerzo fiscal para levantar proyectos significativos de infraestructura, además de favorecer la competencia a nivel de privados para la ejecución de tales proyectos, promoviéndose contrataciones y proyectos eficientes y competitivos, pudiéndose citar como ejemplo lo ocurrido con DP WORLD y el puerto de aguas profundas de Posorja.

Debido a la situación que ha venido afrontando el sector de la construcción, se vuelve imprescindible identificar aquellas necesidades de inversión en el país, en especial en lo que respecta a infraestructura para el sector productivo (por ejemplo, ampliación y mejora de vías y carreteras por las cuales exista un alto tránsito de mercancías) que puedan resultar de amplio interés para los capitales foráneos, y que podrían optar por mayores opciones de financiamiento (ya sea a través de la banca local, de banca extranjera o a través de fondos de organismos multilaterales), siendo importante también involucrar de manera más activa al sector privado en las labores de promoción del portafolio de inversiones que Ecuador presenta al mundo.