El 2024 fue un año de amplios desafíos para la actividad económica, especialmente en lo local, particularmente por la problemática de inseguridad y la crisis energética, más otros factores provenientes de años previos, entre los que destacan el lento crecimiento del mercado laboral, los bajos niveles de inversión, y una tendencia a la baja en las importaciones destinadas a actividades productivas. En contraste, durante 2024 se observó un buen desempeño de las exportaciones no petroleras industrializadas, soportado en ciertos productos tradicionales, mientras que en el caso de los productos primarios destacó ampliamente el desempeño alcanzado por el cacao, esto en el contexto del incremento del precio de este insumo en los mercados internacionales.

Aunque en abril-2024 se presentó un período de crisis energética (luego de otro presentado entre octubre y diciembre de 2023), fue hacia el último trimestre de 2024 que se experimentó una crisis energética que incidió de mayor manera en el desempeño productivo y económico, esto debido a la duración y alcance de los cortes de energía que se dieron en estos meses. Omitiendo por un momento lo anterior, los resultados enero-septiembre 2024 del Producto Interno Bruto PIB señalaban ya un mal desempeño de la economía, con una contracción de 2,2% respecto enero-septiembre 2023, siendo este un resultado que fue más allá de las previsiones pesimistas de crecimiento económico observables para Ecuador (ya que ninguna señalaba una contracción de la economía, y la más optimista de estas apuntaban a un crecimiento de 0,3% (FMI, con cálculos a octubre-2024)).

Sobre la base de los resultados oficiales de la evolución del PIB hasta septiembre-2024, y considerando el desempeño de ventas y otros indicadores macro, se estima que 2024 (enero-diciembre) habría cerrado con una contracción de la economía ecuatoriana entre 2,2 y 2,4%. Ver cuadro y gráfico No. 1

El resultado anterior no necesariamente implica un escenario fatalista para el desarrollo a corto plazo (es decir, durante 2025) de la actividad económica y productiva, ya que en años recientes ha sido posible observar la capacidad de la economía ecuatoriana de recuperarse rápidamente de shocks negativos (por ejemplo, en 2015 y 2016 la economía ecuatoriana enfrentó un período de estancamiento (variación anual del PIB: +0,1% y -0,7% respectivamente), del cual repuntó de manera importante en 2017, con un crecimiento del PIB de 7,9% (destacando un crecimiento de 12% del componente de inversión, y de 7% del componente de consumo de los hogares), lo cual se debe básicamente al bajo deterioro de la capacidad adquisitiva de la población, atribuible al esquema vigente de dolarización, que contribuye a una baja inflación y al buen desempeño del sistema financiero (tener en cuenta que pese a los malos resultados de crecimiento en 2024, en el mismo año las captaciones (ahorro) del sistema de bancos privados registró un incremento de 15% respecto a 2023, esto en un contexto de una mejora de las tasas y/u opciones de ahorro).

A continuación, se evalúan una serie de indicadores que permiten identificar aquellos elementos clave y aquellos elementos sensibles a considerar para la planificación productiva de los próximos meses de 2025.

Desempeño del Producto Interno Bruto

En términos del PIB según el gasto, la caída de 2,2% observada entre enero y septiembre de 2024 (versus mismo período de 2023) se debió principalmente a una caída de 6,6% de la Formación Bruta de Capital Fijo FBKF, es decir el componente de inversión, a la vez de una caída de 0,8% del Consumo de los Hogares. Por otro lado, aunque las exportaciones mantuvieron un buen desempeño en 2024, en términos reales las exportaciones de bienes y servicios como componente del PIB registraron un modesto crecimiento de 1,2%. Ver cuadros No. 2 y 3

Visto por ramas de actividad económica, se evidencia una caída generalizada para las diferentes actividades productivas, siendo la menos afectada la agrupación de sectores primarios, con una caída de 0,5% (enero-septiembre 2024 versus mismo período de 2023), y la de mayor afectación el sector de la construcción con una caída de 9,3%, resultado que a su vez mantiene al sector por debajo de su nivel prepandemia (-3,8% respecto enero-septiembre 2019). Ver cuadro No. 4

Desempeño de ventas

Según las últimas cifras oficiales del SRI, entre enero y noviembre de 2024 las ventas totales (locales + exportaciones) de la economía ecuatoriana sumaron USD 211.070 millones, lo que representó un incremento modesto de 2,3% respecto al mismo período de 2023. Cabe señalar que este resultado se ve influenciado a la baja principalmente por el lento desempeño del 1er semestre (teniéndose en junio una caída de 8% respecto a junio-2023). También cabe señalar que, en octubre y noviembre, pese a los amplios cortes de energía que se experimentaron en dichos meses, las ventas totales repuntaron, teniéndose variaciones interanuales (t/t-12) de +6,01% y +6,08% respectivamente.

Es necesario mencionar también que pese al resultado modesto pero positivo de ventas, este se apalanca principalmente en los resultados positivos del sector primario como agregado (+7% enero-noviembre 2024 versus mismo período de 2023) y del sector comercio (+3%), teniéndose en contraste que grandes sectores como el de la manufactura no petrolera y la construcción registraron resultados no favorables (-2% y +0,4% respectivamente). Ver gráficos No. 2 y 3, y cuadros No. 5, 6 y 7

Visto por rama de actividad económica, cabe empezar por destacar que tanto a nivel del sector primario, del manufacturero y del comercial resalta el buen desempeño que logró el cacao a lo largo de 2024 (es decir a nivel del cultivo, industrialización y comercialización de la fruta), incluso en octubre y noviembre ante el contexto de los cortes de energía. Otro elemento por destacar es que pese a los cortes de energía que se ejecutaron en el último trimestre de 2024, una amplia variedad de actividades económicas logró evitar una caída drástica de sus niveles de ventas, especialmente a nivel de las actividades primarias, de comercio y de servicios, teniéndose en contraste que a nivel del sector manufacturero sí se evidencia un mayor número de actividades productivas cuyas ventas cayeron. También es importante señalar que, pese a que los niveles de ventas lograron mantenerse, lo mismo no implica que se haya mantenido una misma rentabilidad, especialmente por las inversiones y gastos adicionales que se realizaron para la adquisición y operación de generadores de energía. Ver cuadros No. 8, 9, 10 y 11

Desempeño de la demanda energética

Entre enero y noviembre de 2024, según las últimas cifras publicadas por la Agencia de Regulación y Control de Electricidad ARCONEL, a nivel de clientes regulados[1] alcanzó los 21.746 GWh, lo que representó una contracción de 1,8% respecto al mismo período de 2023. Visto por grupo de consumo, las mayores caídas se dan a nivel del consumidor residencial (-3,4%) y del industrial (-3,0%), mientras que, visto por mes, las mayores caídas se produjeron en noviembre, octubre y febrero (-20%, -8,9%, y -5,4% respectivamente). Ver cuadros No. 12, 13 y 14.

[1] Personas naturales o jurídicas que mantienen un contrato con una empresa de distribución de electricidad y que reciben el servicio público de energía eléctrica. Se caracterizan por tener precios de energía o potencia consumida fijados por la Autoridad.

¿Qué esperar para el 1er trimestre de 2025?

En general, el desempeño económico durante 2024 no resultó peor debido al buen desempeño de las exportaciones no petroleras (mismas que involucran amplios encadenamientos productivos), las cuales entre enero y noviembre de 2024 se incrementaron en 10% (considérese que las mayores tasas de crecimiento en años recientes han sido de +19%,+18%, +18%, y +12%, dadas en 2022, 2021, 2014 y 2020 respectivamente), siendo necesario enfatizar que dicho buen resultado a su vez se ha visto influenciado en gran medida por el desempeño del sector cacaotero, de manera que al excluir del total de exportaciones no petroleras las de cacao y elaborados de cacao se observa un incremento de 1,1%. Aunque este último resultado es muy modesto, se encuentra a su vez influenciado por otros factores, entre ellos las limitantes al crecimiento que enfrenta el sector bananero, y las restricciones que sufrieron ciertas empresas camaroneras en cuanto a su acceso a China entre febrero y marzo de 2024.

Ciertamente los mercados internacionales se presentan como el espacio de mayores oportunidades para las actividades productivas, especialmente por la consolidación de los Acuerdos Comerciales que Ecuador mantiene, y en contraste a una serie de incertidumbres que se presentan en lo local, entre las que destacan la posible política económica y tributaria a aplicarse durante 2025 (especialmente de producirse un cambio de Gobierno, o de generarse una nueva configuración a nivel de la Asamblea Nacional, o incluso de mantenerse la actual), y la posibilidad de un nuevo período de apagones, además de lo que pueda ocurrir en materia de seguridad. Pese a las incertidumbres que cada sector económico pueda ponderar, es necesario enfatizar en las fortalezas presentes a nivel de la economía ecuatoriana, entre las que destaca una capacidad adquisitiva que ha logrado mantenerse al existir un bajo deterioro vía una moderada inflación, y al no darse un retroceso drástico como tal del mercado laboral (al menos en términos de la población con empleo adecuado, no así en términos de la representatividad de este grupo respecto a la Población Económicamente Activa cuya tasa sí cae de manera significativa, como consecuencia del normal incremento poblacional).

De momento, el sistema financiero bancario y de cooperativas se mantienen como la salida inmediata a las necesidades de financiamiento de capital de trabajo y liquidez en general, sistema que cabe señalar ha logrado mantener su buen desempeño, especialmente en términos de captaciones (+15%, la 2da mayor tasa observada en los últimos 10 años), y en menor medida en lo correspondiente a colocaciones (créditos otorgados) (+9%), siendo esto lo que ha logrado la reactivación de los niveles de consumo, tal como se pudo observar en diciembre, y que se ha mantenido en parte durante lo que ha transcurrido de enero-2025.

Aunque la economía ecuatoriana se encuentra prácticamente en un momento de recesión, es válido considerar (dada la experiencia de los últimos 10 años) la posibilidad de que se produzca una rápida transición a un momento de recuperación (por ejemplo, lo experimentado en diciembre-2024), misma que, aunque pueda proyectarse poco sostenible, sí brinda alivio a la actividad productiva en lo que dure dicho momento o parte del ciclo. Dada esta posibilidad, las recomendaciones se centran en considerar la inversión para mejora de procesos y eficiencia (especialmente ante el contexto de una mayor profundidad de la digitalización), evaluación de nuevas líneas de negocio o reformulación de las existentes (siendo idóneo para esto apoyarse en la evaluación de las tendencias de mercado), y fortalecer los presupuestos de marketing y ventas (con especial énfasis en fortalecer estrategias de corto plazo, incluso las apalancadas en descuentos).