Estimados afiliados,

Vivimos en un mundo de constantes cambios, si miramos atrás en el tiempo los que ya estamos en el Quinto piso de nuestra vida vemos como la tecnología y la innovación han logrado mejorar la calidad de vida, existen más recursos útiles para satisfacer nuestras cada vez mayores necesidades, recursos que al mismo tiempo llegan a cada vez más personas y son más accesibles. Hace 200 años el 80% de la población mundial vivía en la pobreza extrema, hoy esa cifra está por debajo del 9%, esto a pesar de que la población mundial se ha multiplicado por 9 desde el siglo XIX. Pero no solo se ha reducido la pobreza, también el hambre, la desnutrición, el analfabetismo y prácticamente todos los indicadores sociales han mejorado en el mismo lapso.

No es casualidad que estas mejorías las hayamos visto en los últimos 2 siglos, a fin de cuentas, durante esos años se dio inicio a la Primera Revolución Industrial. Antes de que comenzara esta nueva era de la innovación, la Industria 4.0 que nos trae la robótica, la inteligencia artificial, internet de las cosas, la realidad virtual, entre otras innovaciones que surgen día a día, se creía que los recursos solo podían crecer linealmente y como el volumen poblacional crecía a una mayor velocidad entonces era solo cuestión de pocos años para que ocurriese una crisis planetaria que diezmaría a la población mundial. Sin embargo, esto no ocurrió y al contrario de lo que se suponía hemos logrado que nuestros recursos tengan un ritmo de crecimiento superior al de nuestra población.

Es evidente que estos beneficios de la innovación no se pueden evidenciar con la misma magnitud en todos los países y esto se debe a que en cada uno ellos se han tomado políticas públicas diferentes que han dado resultados más o menos exitosos según el caso, sin embargo, si algo tienen en común todos los países innovadores es que tienen una visión clara y un firme compromiso con la integración y el comercio internacional, la atracción de inversiones, la generación de empleo y la facilidad para hacer negocios.

Dependerá de nosotros que nuestro país empiece a tomar el camino adecuado para ser un país más innovador, más productivo y más próspero para todos los ecuatorianos.