Por: Dirección de Estudios CIG
Xavier Andrade / Iván Pisco / Leonard Quinde / Cristell Coronel
 

La pandemia aceleró el proceso de cambio tecnológico que ya se venía gestando. Desde la aplicación de las medidas sanitarias, como las cuarentenas, restricciones de movilidad, cambio en los hábitos de consumo de los individuos sumado al temor al contagio, fue evidente el rol de las tecnologías y la digitalización como medios para continuar con el sistema económico mundial. Por ende, es imperativo analizar el grado de estructuración digital y niveles de digitalización en Latinoamérica que ayuden a afrontar los nuevos desafíos.

Tener una verdadera transformación digital empresarial representa un enorme desafío porque también tiene que ver con la logística, la operación con los sistemas de pago digitales, gestión remota de clientes; deben desarrollarse oportunidades para crear toda una estrategia de e-commerce y marketing digital. La digitalización de la producción impactará disruptivamente en la conectividad, cadenas logísticas, recolección y procesamiento y análisis de datos. Se estima que, si para el 2030 América Latina es capaz de cerrar la brecha de digitalización con la OCDE, el impacto en la productividad permitiría crecer por encima del 3% anual (CAF, 2020).

La nueva realidad, implica que infraestructuras digitales robustas tienen un efecto positivo en el desempeño de las industrias. En América Latina y el Caribe, el desarrollo del Ecosistema Digital[1], alcanza 49.92 puntos (score de 0 a 100), regiones como Europa Occidental (71.06), América del Norte (80.85), Europa del Este (52.90) y los Estados Árabes (55.54), tienen un ecosistema de desarrollo superior (Gráfico 1). Esto toma mayor importancia desde la imposición de las medidas sanitarias, como teletrabajo y cuarentenas domiciliarias y en las industrias sobre la compra de insumos de forma digital, interacción con toda la cadena de valor.

[1] El Índice de Desarrollo del Ecosistema Digital (IDED) provee una visión integral del ecosistema digital (infraestructura, utilización de tecnologías y políticas públicas); presenta indicadores de economía digital; y mide el nivel de digitalización de procesos productivos (también llamado Internet industrial). En donde se analizan 8 pilares y 37 sub-pilares

En América Latina, si bien un gran porcentaje de empresas tienen un alto grado de conexión a internet (Argentina, 94.93%, Brasil, 96.40%, Chile, 86.16%, Colombia, 92.81%, Ecuador, 93.89%, México, 94.61%), el porcentaje de empresas que utiliza internet para la adquisición de insumos es menor al 50%. En cuanto a los canales de distribución digitales, Chile (98.80%), tiene el porcentaje mas alto de la región, seguido de Colombia y Argentina (67.21% y 63.60%, respectivamente).

Algunas medidas tomadas por las empresas, con el objetivo de continuar con sus operaciones y mitigar el impacto financiero de la pandemia incluyen: cambios estructurales, compensaciones laborales, beneficios no monetarios, entre otros. Para Ecuador, según la encuestadora Delloitte (2021), el 34% de las empresas integraron funciones en áreas administrativas (10%), comerciales (6%), asistentes y analistas (7%), gerencias y jefaturas (4%), todas las áreas (2%), otros (recursos humanos, área financiera, cadena de abastecimiento y postventa) (5%). El 11% de las empresas modificaron sus políticas salariales, entre ellas, reducción de rubros de remuneración variable (entre 20% a 25%) y suspensión de incrementos salariales. En cuanto a los beneficios no monetarios podemos mencionar, asistencia psicológica, pago de exámenes de COVID-19, extensiones de pólizas de vida, capacitación online, pago de planes de internet y telefonía móvil, talleres y capacitaciones, envío de implementos de oficina como monitor y teclados. En cuanto al teletrabajo, el 63% de los encuestados considera mantenerlo.

El paradigma económico actual, requiere un cambio en el enfoque tradicional del trabajo y teletrabajo, de un lugar y horas por trabajar a utilizar un modelo basado en objetivos a cumplir, en donde, los colaboradores tienen autonomía, flexibilidad y un balance entre lo personal y profesional.

Productividad laboral en América Latina

Las innovaciones tecnológicas tienen el potencial de incrementar la productividad laboral, sin embargo, en América Latina, los niveles de productividad laboral han sido deficientes. Sabemos que, el impacto en la productividad laboral por las medidas adoptadas para minimizar los contagios por COVID-19 dependerá de la estructura del mercado laboral y la destrucción de la fuerza laboral, esto, dado que una parte del capital humano no se podría aprovechar en otra empresa. Según la CEPAL, las consecuencias en el mediano plazo sobre los efectos del COVID-19 en la productividad laboral son inciertos, dado que, si bien, existe una aceleración en materia de transformación digital, por otra parte, la pérdida de capital humano actúa como un limitante para el crecimiento.

Según Deloitte (2021), para Ecuador, el 9% de los encuestados vieron una reducción en la eficiencia y productividad como consecuencia de la nueva normalidad, 44% notaron un incremento y 47% no tuvo algún cambio.

Además, los resultados de un estudio de IPSOS y EDES (2017), arrojaron que entre los principales obstáculos que limitan la implementación de herramientas digitales, el tema financiero y los costos de implementación, ocupan los primeros lugares (46% y 42%, respectivamente); la información sobre las tendencias tecnológicas del sector ocupa el tercer lugar, 20%; falta de capital humano en las empresas, 19%; y falta de información de mercado, 17%.

Comercio Electrónico como una herramienta para la recuperación

Sin duda alguna el comercio electrónico se aceleró producto de la pandemia, cambiando el comportamiento del consumidor, el cual responde y evoluciona a la nueva realidad. Según estimaciones de eMarketer, para el 2023 el comercio electrónico representará el 21% de las ventas totales de retail en el mundo. Sin embargo, para impulsar el comercio electrónico debemos considerar cuatro componentes:

  1. Un marco legal claro y flexible con el objetivo de adaptarse a los cambios que se pueden generarse en el mundo.
  2. Existe un mayor desafío para las MiPymes (que también tienen una ventaja al tener estructuras pequeñas y con mayor flexibilidad al cambio como el comercio electrónico). Específicamente este componente debe estar enfocado en la generación de habilidades, estrategias técnicas utilizando los servicios de IoT para el comercio electrónico, internacionalización de las empresas, acceder a nuevos mercados a través de un comercio electrónico transfronterizo. Se debe profesionalizar la oferta del comercio electrónico y de capacitación en talento humano de manera integral.
  3. Sistemas de pago y de seguridad.
  4. Logística, desde la visión del comercio electrónico transfronterizo, automatizar el proceso y cumplir con los tiempos de entrega.

En la región solo el 50%[2] de los países tenían una estrategia de comercio electrónico en marcha al comienzo de la pandemia, de estos 2/3 revisaron su estrategia en respuesta a la pandemia y 15% desarrollaron una estrategia durante la pandemia. Ecuador, cuenta con una Agenda Digital como instrumento para la recuperación y reactivación integral, a través de la transformación digital productiva, social y de política pública. Esta agenda digital es una respuesta inmediata ante la emergencia sanitaria y social, pretende ser una guía para transformaciones asociadas a la adopción de las TIC. Esta agenda tiene 5 pilares: Infraestructura digital, Cultura e Inclusión digital, Economía Digital, Tecnologías emergentes para el desarrollo sostenible y Gobierno Digital. Además, está en construcción el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología, Innovación y Saberes Ancestrales, a 2050.

El Rol de las Organizaciones Empresariales

El rol de las organizaciones empresariales como articuladores entre el sector privado y los gobiernos es fundamental para dar apoyo y un mejor contexto al desarrollo del ecosistema digital.

Desde la Cámara de Industrias de Guayaquil, estamos comprometidos con la creación de espacios que fomenten la transformación digital a través de la innovación abierta, para esto, se ha trabajado en conjunto con el sector público y privado. Una de las estrategias que responde a los retos de innovación es el DIGITAL CHALLENGE. Esta iniciativa persigue objetivos alineados al desarrollo de la Industria 4.0 entre ellos, impulsar y acelerar la dinámica del ecosistema de emprendimiento e innovación del país conectados a la industria, promover y fortalecer estrategias de innovación abierta en las corporaciones que vinculen soluciones disruptivas. En su Segunda edición, se postularon más de 179 proyectos. Entre los cuales, los ganadores fueron:

  1. FamilifyCorp: Crearon herramientas familiares que ayudan a los padres a través de StoryBook.
  2. Appcont: Cambiaron la contabilidad tradicional transformándola en un proceso interconectado, rápido y fácil.
  3. Cognitiva: Plataforma digital de Industria 4.0 especializada en cadenas de suministros industriales.

Con el objetivo de fomentar las sinergias y promover las tendencias mundiales emergentes la CIG creó la EXPO INDUSTRIA, como la primera feria y congreso de alimentos y bebidas del Ecuador en donde se reunieron los máximos representantes de las empresas del sector. De igual manera, para aportar con la transformación digital de las industrias del sector, las conferencias fueron orientadas a temas de biotecnología, alimentos del futuro, economía circular, nuevas tecnólogas en el procesamiento y preservación de alimentos, empaques flexibles, industria 4.0, retail 4.0, big data, e-comerce, tendencias globales en la industria de alimentos y bebidas, entre otros.

Uno de los factores importantes en este proceso de transformación es el capital humano, es necesario desarrollar habilidades analíticas, cultura de innovación y aplicación de herramientas en la cadena de valor digital que ayude a enfrentar la nueva realidad. Para esto, la CIG se alió con la empresa privada para impartir capacitaciones e implementaciones en temas de digitalización e Industria 4.0 y fundamentos de IoT.

También, para certificar el origen de productos de exportación tanto para certificados preferenciales como no preferenciales, se realizaron los arreglos tecnológicos y los contactos nacionales e internacionales necesarios para que el certificado de origen que en la mayoría de los casos es un documento físico, pueda ser aceptado en formato digital, con lo que evitamos la movilización del personal involucrado en su expedición y trámite.

Hay muchos desafíos para lograr el sostenimiento y la mejora en la productividad del sector empresarial, con todo lo que implica el cambio de paradigma en las formas de hacer negocios y ejecutar las operaciones dentro las empresas; en la medida que se enfrenten esos desafíos y se lleven a cabo las inversiones consecuentes se podrá estar en mejores condiciones para ser más competitivos en los mercados locales e internacionales.

[1] El Índice de Desarrollo del Ecosistema Digital (IDED) provee una visión integral del ecosistema digital (infraestructura, utilización de tecnologías y políticas públicas); presenta indicadores de economía digital; y mide el nivel de digitalización de procesos productivos (también llamado Internet industrial). En donde se analizan 8 pilares y 37 sub-pilares

[2] CEPAL, ADEN University y Konrad Adenauer Stiftung: Encuesta sobre iniciativas y respuestas de política para fomentar el comercio electrónico durante la pandemia de COVID-19 (18 países de la región, sep-oct 2020)