Por: Jimmy Andrade U.
BCSD Ecuador (Cemdes)

Las compañías afectan los derechos humanos todos los días en sus interacciones con empleados, proveedores, consumidores, socios y comunidades.

Las empresas tienen responsabilidades bien establecidas para respetar los derechos humanos en base a los principios, normas y leyes internacionales. Las acciones requeridas a las empresas son claras y, la implementación de estos estándares reducen significativamente el riesgo de impactar negativamente en las personas a través de las operaciones comerciales. Sin embargo, el respeto empresarial por los derechos humanos es mucho más que un requisito para “no hacer daño”.

Al abordar de manera proactiva los derechos humanos, las empresas tienen el potencial de romper barreras significativas para desarrollar e impactar positivamente en la vida de millones de personas de las más vulnerables del mundo. Los derechos humanos necesitan ser una parte integral de la agenda de sostenibilidad de cualquier empresa y el público espera que los CEOs personalmente muestren su liderazgo en asuntos de propósito e impacto.

Los líderes empresariales pioneros están atendiendo al llamado. Los CEOs con visión de futuro están enviando mensajes claros de mejorar el desempeño en materia de derechos humanos en su cultura organizacional, están identificando claramente las expectativas de los proveedores y socios comerciales y están impulsando colaboraciones innovadoras con otras empresas, gobierno y sociedad civil.

Estas empresas pueden mejorar el rendimiento de su negocio al reducir riesgos legales y regulatorios, fortalecer su reputación, proteger su licencia y permisos de operación, atrayendo y reteniendo el talento humano, y ganando la confianza y lealtad de los clientes. Como resultado, los inversionistas están cada vez más atentos a los factores que influyen en la valoración de las empresas y el costo del capital.

Lo más importante es que estos líderes llevan a sus empresas más allá del riesgo y el cumplimiento y, aportan un cambio positivo y transformador en las vidas de las personas afectadas por sus operaciones comerciales.

Al contribuir a la realización plena de los derechos humanos para todos y todas, una empresa hace una contribución fundamental a la visión de sociedades pacíficas e inclusivas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La región de América Latina y el Caribe disfruta de una etapa de gran crecimiento económico y desarrollo social y, es por ello, que es muy importante articular las respuestas necesarias para no dejar a nadie atrás.

Estas respuestas pasan, necesariamente, por el involucramiento activo de los distintos actores: administración pública, empresas, sociedad civil o instituciones multilaterales, que deben coordinarse para asegurar un desarrollo sostenible, pero sin descuidar el avance del respeto a los derechos humanos.

Las empresas juegan un papel fundamental en este aspecto y, en muchas ocasiones han sido pioneras a la hora de establecer medidas de protección a los derechos humanos. Sin embargo, en casos excepcionales, las empresas han podido actuar de mejor manera, ocasionando o contribuyendo con su comportamiento a impactos negativos en los derechos humanos.

En ocasiones las empresas no han sabido comprender bien cómo actuar, dado la globalización de las actividades y los negocios: las cada vez más amplias cadenas de suministro, la movilidad de las personas y la creciente importancia del medio ambiente en la actividad empresarial.

Los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de las Naciones Unidas, entre otras iniciativas globales de gran importancia, han sido la respuesta internacional para abordar esta realidad, siendo muchas las empresas que han sido capaces de sumarse a este movimiento para integrar efectivamente el respeto de derechos humanos en sus actividades.

El WBCSD y sus aliados de la Red Global, conscientes de la importancia estratégica que el respeto a los derechos humanos tiene para la acción empresarial, la sostenibilidad y el éxito del negocio, hacen un llamado a la comunidad empresarial para que:

  • avancen en el respeto a los derechos humanos en sus operaciones, en la cadena de valor y en las relaciones de negocio con otras organizaciones;
  • promuevan el respeto a los derechos humanos como una de sus contribuciones clave hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible;
  • compartan experiencias, conocimiento y herramientas con otras empresas, especialmente para lograr una mayor operatividad e integración de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de las Naciones Unidas;
  • colaboren con administraciones públicas, sociedad civil y las comunidades donde operan para, de manera conjunta, impulsar, promover y mejorar el marco de protección y respecto de los derechos humanos.

El WBCSD, junto a su Red Global, reúne a las empresas para abordar problemas complejos de sostenibilidad, da forma y amplifica la voz de las empresas líderes y escala las acciones empresariales.

Se ha elaborado la Guía para CEOs sobre DDHH, la cual es un llamado a la acción para nuestros pares. Proporciona información sobre cómo las empresas están cumpliendo con la responsabilidad corporativa de respetar los derechos humanos, y comparte las acciones que los líderes empresariales están tomando para salir adelante y mantenerse a la vanguardia en este tema. Lo invitamos a unirse a nosotros en la movilización del liderazgo empresarial en materia de derechos humanos.