¿Qué significado tiene para usted, más allá del reconocimiento a sus méritos empresariales, la designación de “Industrial del año 2022” por parte del Consejo Directivo de la CIG?

De enorme importancia, especialmente en este momento de mi vida: cumpliré 85 años el próximo año.

Dediqué toda mi vida al sector agroindustrial para servir a los ecuatorianos y asegurar que tengan alimentos nutritivos y que los colaboradores tengan un salario digno por su trabajo y atención médica adecuada, dentro de un entorno justo.

Así que recibir este honor es muy, muy especial para mí.

¿Qué sintió al momento que el presidente Sr. Francisco Jarrín, lo visitó para darle la noticia?

Francisco, acompañado de Luis Alberto Salvador y Juan Carlos Navarro vinieron en persona a anunciar el premio, desde Guayaquil hasta mi casa en las afueras de Quito. Fue muy emotivo enterarme de este premio, y también que estos caballeros se tomaran el tiempo de venir a dar la noticia en persona.

Estoy muy agradecido por su consideración.

¿Cómo fueron sus inicios en el mundo industrial del sector de alimentos?

¿Qué lecciones obtuvo de sus primeros pasos como empresario?

Mi padre me apoyó para iniciar una empresa aquí en Ecuador justo después de graduarme de la Universidad. Ni siquiera estaba seguro de qué tipo de alimentos íbamos a producir. Probé vacas, pero no me gustaron en lo absoluto. Intenté cultivar uvas y muchas otras cosas, y finalmente me intrigó la avicultura.

Tenía sólo 21 años cuando empecé a aprender como hacer crecer un negocio. Había recibido capacitación avícola, pero no tenía educación en marketing y contabilidad. Hubo algunos errores, pero el desafío siempre estuvo ahí, así que seguí intentando.

¿Si tuviera que dar a la nueva generación de industriales una fórmula para lograr el éxito, ¿Qué le diría?

Les diría: Encuentren algo que realmente quieran hacer, algo en lo que realmente quieran desarrollarse. Para tener éxito tienen que disfrutar de su trabajo y encontrar un desafío. Lo importante es formar un equipo con gente buena y talentosa, que tenga buena actitud y que te ayude. Nada de valor en la vida se hace solo.

¿Qué papel juega la responsabilidad ambiental y social en PRONACA?

En Pronaca es muy importante la responsabilidad ambiental y social. Somos reconocidos por nuestras Buenas Prácticas Ambientales. Como, por ejemplo: todas las aguas residuales son tratadas por distintos sistemas de depuración para luego ser devueltas a la naturaleza, cumpliendo con todos los parámetros de calidad.

Pronaca cuenta con 18 plantas de tratamiento de agua residuales y 11 biodigestores de primer orden.

Los roles sociales también son primordiales en nuestro pensamiento. Tratamos a nuestros colaboradores como miembros del equipo, se les paga buenos salarios, tiene atención médica y un agradable y limpio ambiente de trabajo. Nuestro departamento de personal está pendiente de atender todas las necesidades de nuestros colaboradores.

¿Alguna anécdota personal o en el campo profesional, que nos pueda relatar?

Hay muchas anécdotas que podría compartir con ustedes, pero esta dice mucho: Cuando recién empezamos a trabajar y producir huevos comerciales, realmente yo no había tenido ninguna instrucción de mercadotecnia y tampoco en ventas, entonces decidí poner todos los huevos que teníamos producidos en una camioneta y les seguía a las camionetas que vendían leche, de manera que cuando salían a recibir la leche yo iba atrás para ofrecerles nuestros productos.

Aparentemente el chofer de la camioneta de venta de leche pensó que le estaba siguiendo para quietarle su ruta y luego ya no le pude seguir por la rapidez en que iban, en todo caso me costó bastante trabajo ir de puerta en puerta a vender.

Otra anécdota que les puedo contar: Al empezar a producir los primeros pollos de engorde, le ofrecí a un banquero en Ambato y le lleve unos pollos y luego de una segunda visita le pregunté que le había parecido y me contestó que no le había gustado, y al preguntarle por qué me dijo que la sopa había salido muy aguada y que el pollo se había desintegrado, a lo cual me sonreí y le dije el pollo no es para hacer sopa, esas son las gallinas viejas que hacen buen caldo. Este pollo es para freír, para asar, etc. pero no para hacer sopa.

 

Hoy, más de 500 millones de pollos de engorde se venden en el Ecuador cada año. Eso me permite medir un poco el impacto que ha tenido PRONACA en este país.