Por: Ena Andrade
Especialista en Sostenibilidad
El crecimiento económico acelerado y la sobreexplotación de los recursos naturales han intensificado los efectos del cambio climático, lo que obliga a las empresas a adoptar prácticas responsables e innovadoras. Este enfoque, que implica una transformación profunda en la forma de operar, se vuelve esencial para ganar la confianza de los consumidores y la sociedad en general.
En un entorno cada vez más exigente y escéptico, las empresas que incorporen estos principios en su estrategia, adaptándose a un modelo de negocio disruptivo y sostenible, estarán mejor posicionadas para enfrentar los retos del futuro, teniendo en cuenta las tendencias actuales y los desafíos que presenta el entorno global.
Adaptación al Cambio Climático
La creciente frecuencia de fenómenos naturales extremos, como los incendios en la costa y sierra del Ecuador, la inminente sequía, así como otros desastres naturales recientes alrededor del mundo; resalta la urgencia de adaptarse al cambio climático. Las compañías deben elaborar planes de transición enfocados en reducir sus emisiones y fortalecer su capacidad de innovación como respuesta a estos riesgos. Es necesario que las organizaciones amplíen su visión sobre la biodiversidad, los recursos y su vínculo con la resiliencia climática, incorporando acciones que no solo mitiguen, sino que también restauren los ecosistemas esenciales. Además, el avance tecnológico y la innovación en los modelos de producción más limpia, serán claves para contribuir a la descarbonización para afrontar los retos climáticos.
Transparencia y Comunicación Responsable
La comunicación clara sobre las acciones ambientales y sociales de las empresas no solo mejora su imagen externa, sino que fortalece las relaciones con empleados, clientes y accionistas. Según la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD) y Global Reporting Initiative (GRI), en el 2024, el 73% de las empresas reportan sus prácticas en estos ámbitos, triplicando la cifra del 2016. Esta tendencia refleja la creciente presión por cumplir con altos estándares de transparencia y compromiso.
El compromiso con la responsabilidad empresarial se convierte en un factor diferencial, ayudando a las compañías a evitar el “greenwashing” y a generar relaciones genuinas con sus grupos de interés mediante un enfoque de “greentrusting”, basado en la transparencia y la honestidad.
Credibilidad del Consumidor
Los consumidores están cada vez más decididos a elegir productos y servicios que tengan un impacto positivo en el medioambiente y la sociedad. Estos criterios, tan importantes como el precio o la calidad, están cambiando el mercado. Las empresas que comuniquen sus esfuerzos de manera auténtica fortalecerán la lealtad del consumidor y se posicionarán como líderes en este cambio de paradigma.
Contexto Regulatorio
Las normativas en materia ambiental, social y de gobernanza (ESG) están evolucionando rápidamente. Las empresas deben adaptarse a un entorno regulador más estricto, diseñado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y cumplir con el Acuerdo de París. La implementación de modelos de negocio responsables será clave para seguir siendo competitivas en este contexto regulatorio cada vez más riguroso.
Gestión Responsable de la Cadena de Suministro
La gestión responsable de la cadena de suministro se ha convertido en una prioridad clave; un enfoque que continuará evolucionando en 2025. En parte, este impulso se debe a la Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa (CSDDD) de la Unión Europea, que obliga a las organizaciones a evaluar y mitigar los riesgos ambientales y de derechos humanos, no solo en sus operaciones directas, sino también a lo largo de toda su cadena de suministro, integrando de maneras más profundas, prácticas justas y sostenibles en todos los niveles empresariales, lo que obliga a la industria a reevaluar la manera en que seleccionan y gestionan a sus proveedores.
Responsabilidad como Ventaja Estratégica
Lo que antes se veía como una exigencia externa, ahora se convierte en una ventaja competitiva. Las empresas que adopten estrategias y criterios responsables, lograrán alinearse con una demanda creciente por soluciones que respeten el entorno y la comunidad. Además, aquellas que prioricen la adaptación al cambio climático, estarán mejor preparadas para los riesgos futuros, lo que les permitirá mantenerse competitivas y sostenibles en el tiempo.
Adoptar un enfoque integral que contemple los aspectos económicos, sociales y ambientales no solo responde a una necesidad ética, sino que también fortalece el modelo de negocio generando alianzas estratégicas multisectoriales. Las organizaciones que alineen sus operaciones con los ODS, los principios ESG, considerando como base fundamental los estudios de materialidad socioambientales y financieros, estarán mejor posicionadas para generar valor compartido.
¨Las acciones responsables no son una moda pasajera, sino una necesidad de las empresas para liderar en un mundo cada vez más enfocado en la creación de valor social y ambiental¨