CEMDES (BCSD ECUADOR)
Colaboración de Víctor Hugo Macias, Gerente General, Servicios Ambientales Rainforest Ecuador RFEE S.A

El mercado voluntario de carbono puede ser la solución más sencilla para un problema global en el cual nosotros seremos jugadores importantes, precisamente por esa cualidad única de ser un país con mayor biodiversidad de la región.

“Los mercados voluntarios de carbono están dirigidos a organizaciones públicas y privadas, incluidos los ciudadanos, que quieren asumir la responsabilidad de su propia acción climática. A diferencia de las grandes corporaciones, no están obligados a hacerlo, ni ante el estado ni bajo los acuerdos de París o Kioto, es el mercado voluntario”.

El mercado voluntario de carbono ha crecido rápidamente en los últimos años, en parte porque las empresas de todo el mundo están asumiendo cada vez más compromisos de emisiones netas cero. Un estudio reciente del grupo de trabajo sobre el Desarrollo de Mercados Voluntarios de Carbono, dirigido por el Instituto de Finanzas Internacionales (IFI), estima que el mercado voluntario podría crecer hasta 15 veces, financiando hasta 1000 millones de toneladas de reducciones de carbono adicionales para 2030.

Los créditos de carbono voluntarios que se ofrecen actualmente provienen principalmente de entidades privadas que desarrollan proyectos de carbono, o de gobiernos que desarrollan programas certificados para reducir y/o eliminar emisiones.

Una forma posible de controlar las emisiones de carbono es a través del mercado. Aquí es donde entra en juego el mercado de carbono, y puede ser uno de los mecanismos más efectivos para impulsar la descarbonización de todo tipo. En resumen, estos mercados ponen un precio al carbono para incentivar a las empresas a reducir las emisiones de carbono donde sea económicamente más fácil y tomar medidas inmediatas para gestionar los impactos negativos que no pueden eliminar. Una herramienta utilizada en el mercado son las compensaciones, que hacen posible equilibrar el exceso de emisiones de carbono mediante la compra de créditos de vendedores que tienen un exceso de carbono en su presupuesto porque han evitado emisiones o han realizado algunas actividades adicionales para reducir o secuestrar emisiones

Dado que cada país debe reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel acordado en el futuro, el mercado regulado indica que puede vender el “exceso” si produce mayores reducciones, para que otros países, particulares, empresas, organizaciones o gobiernos puedan comprar. De esta forma, pueden asumir compromisos de mitigación del cambio climático, “compensando” las emisiones que normalmente compran en los países en desarrollo.

Uno de los mecanismos identificados para la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI) es el mercado voluntario de carbono. En este mercado, la “moneda” de cambio es el dióxido de carbono equivalente, ya que es el gas de efecto invernadero más abundante en la atmósfera, lo que facilita el proceso de cálculo. El comercio de carbono es la compra y venta de créditos que representan el evitar capturar o emitir una tonelada métrica (t) de dióxido de carbono equivalente (tCO2e).

Mercado de Carbono en Ecuador

Por más de 15 años el Ecuador no ha ingresado a este mecanismo de compensación por la mala interpretación del artículo 74 de la constitución que indica “Los Servicios Ambientales no son susceptibles de apropiación, El Estado regulara su uso y aprovechamiento”; éste articulo ha sido por muchos años el candado para que proyectos de conservación de Bosques no puedan acceder a ser compensados por el mecanismo de mercado de Carbono.

Este error de interpretación ha sido aclarado, antes que el ejecutivo realice el lanzamiento de la consulta popular que se realizó en febrero 2023, pregunta “8” en la cual la Corte Constitucional mediante dictamen N-°4-22-RC/22 aclaró que no hay prohibición del uso y aprovechamiento de servicios ambientales y que el estado debe regular su aprovechamiento. Acción que recae en la Autoridad Ambiental Nacional.

Bajo este concepto dentro de la mesa de Biodiversidad de la Asamblea Nacional se está trabajando para modificar el Código Orgánico del Ambiente (COA) en los artículos: 82, 84, 85, 86, 259, 260; en donde se incorpora como un mecanismo de compensación al mercado voluntario de carbono como una alternativa para financiar proyectos de conservación y/o restauración de bosques, manglares, plantaciones forestales, entre otros que promuevan la reducción de gases de efecto invernadero. Acción que incentivará a los propietarios con las iniciativas antes mencionadas a participar dentro de este esquema y poder tener un reconocimiento económico por estas áreas.

Actualmente el Ecuador cuenta con programas voluntarios de carácter estatal que apoyan a la conservación, sin embargo, no cuentan con ingresos suficientes para mantener los bosques, y donde el financiamiento principal proviene del Estado; incorporar al mercado de carbono permitirá el ingreso de fondos NO REEMBOLSABLES, que permitan financiar las acciones climáticas que se propagan en aquellas áreas de bosques que hoy están siendo deforestadas, por no tener otra alternativa más para subsistir.

La Reforma del COA permitirá sentar las bases para que Ecuador pueda llegar a tener un mecanismo adicional de carácter voluntario para mitigar el cambio climático, y en el que los propietarios privados, comunidades, pueblos y nacionalidades accedan a estos recursos por compensación ambiental. Siendo un apoyo a los esfuerzos del país para cumplimiento a los acuerdos firmados que se tiene para lucha contra el cambio climático (Acuerdo de París).

El Mecanismo de Mercado Voluntario de Carbono, trae beneficios climáticos, ambientales y sociales, ya que el desarrollo de proyectos basadas en la naturaleza genera una economía en las zonas rurales en donde se encuentran en mayor cantidad de estos recursos, mejorando la calidad de vida de las personas.

Es importante destacar que el ingreso del Ecuador al mercado voluntario de carbono impulsará al sector rural a su máxima potencia, aquí no solamente hablamos de generar empleos, hablamos de generar estabilidad social. Esta nueva forma de economía sostenible puede llegar a representar al país el 19% del PIB nacional.

Se estima que el comercio de Créditos de Carbono podría reducir el costo de las NDC de los países implementadores en más de la mitad, hasta en USD 250 mil millones para el 2030. En otras palabras, el comercio de carbono podría facilitar la eliminación de un 50% más de emisiones (alrededor de 5 gigatoneladas de dióxido de carbono por año para el 2030) sin costo adicional.

En los próximos años el mercado voluntario de carbono se mantendrá en crecimiento, debido a que está impulsado por el creciente número de empresas y corporaciones que se unen a la búsqueda de estrategias para reducir su huella de carbono o en otras palabras reducir sus emisiones, con el fin de llegar a carbono neutralidad.

En conclusión, el mecanismo de compensación por mercado voluntario de carbono es una alternativa para un desarrollo basado en la naturaleza y tener una sostenibilidad financiera para la conservación a mediano y largo plazo.