POR
LUIS D. DUVAL, PhD MBA
CEO de FourTwo.One
www.FourTwo.One

 

Cuando trabajaba en Intel, fuí parte de un grupo técnico invitado a presentar un proyecto muy importante al CEO, Andy Grove. Esta fué una gran oportunidad para escuchar de él sobre el futuro desarrollo de productos de la compañía. Al final de la reunión, alguien del grupo le preguntó su opinión acerca del porqué había tantos ingenieros extranjeros en posiciones de influencia y con poder de decisión en Intel. Después de pensar por un momento en su respuesta, respondió, diciendo simplemente: “Porque hay un Andy Grove,” quien era de origen húngaro. Cuando comencé a idear este artículo, que está dedicado al tema del legado, volví a ese instante debido a la implicación de su mensaje. La respuesta de Andy me permitió soñar con posibilidades que luego se cristalizaron al ocupar posiciones de liderazgo en Intel.

Sin lugar a duda, ver la imagen de uno mismo en un rol de liderazgo nos permite aspirar y soñar, proporciona un mapa de ruta y abre las puertas a muchas posibilidades para empezar a construir un legado. Legado es un concepto que muchas personas han tenido que afrontar, tanto en su vida privada como pública, en varios momentos de sus vidas. Por lo tanto, este artículo está enfocado específicamente en la manera de cómo dejar un legado en la vida. Por ejemplo, ¿Cómo construirlo?, ¿Como dejar éste para la posteridad?, lo que significa compartir éste con los demás, ser parte de éste, o contar con éste.

Legados se pueden encontrar en muchos ámbitos de la sociedad. Múltiples ejemplos pueden ser citados, entre ellos tenemos: Deportistas quiénes con sus destrezas cambiaron la importancia e interés del juego. Diseñadores de alta costura, quiénes se reinventan constantemente en su búsqueda por establecer una identidad propia en la moda. Escritores, quiénes emergen con sus voces prominentes en la lucha sobre problemas sociales. Artistas plásticos anónimos, quiénes luchan durante años para hacerse un lugar en el mundo del arte y que en la actualidad se encuentran en el centro de atención. También un Chef, quién trata de cambiar la forma en que pensamos y servimos los alimentos. ¿Pero que acerca de los lideres empresariales, piensan estos en su legado? ¿Consideran ellos el legado de alguién como un ejemplo a seguir? Esta última es una pregunta muy difícil de contestar.

Para empezar, a continuación, cito el siguiente párrafo el cual es un extracto del libro “Managing The Nonprofit Organization” del autor Peter F. Drucker:

Peter F. Drucker contó una gran historia de la primera vez que alguien le hizo la pregunta “¿Cómo quieres ser recordado?”

Cuando tenía trece años, tuve un maestro de religión inspirador. Un día este pasó por el aula de clases preguntándonos:

“¿Cómo quieres que te recuerden?”

Por supuesto, ninguno de nosotros en ese momento pudimos contestar esa pregunta. Así que se sonrió y dijo: “No esperaba que fueran capaces de responder. Pero si aún no puedes responderla cuando tengas 50 años, habrán desperdiciado sus vidas.”

En la reunión número 60 de esa clase de secundaria. . . uno de los compañeros preguntó: “¿Recuerdas al padre Pflieger y esa pregunta?” Todos lo recordamos. Y cada uno dijo que había marcado una gran diferencia en sus vidas.

La mencionada anéctoda de Drucker me induce a pensar ¿Cómo el líder quisiera ser recordado?, solo haciéndonos esta pregunta de una manera reflexiva podemos proporcionar cierta dirección y propósito a los desafíos que los lideres enfrentan. Como es de imaginarse, la respuesta a esta pregunta tiene dos connotaciones. Primero, a nivel personal, estará basada en experiencias de nuestra vida privada. Segundo, a nivel profesional, esta dependerá de las experiencias que acumulamos cuando interactuamos con equipos de trabajo, dirigiendo proyectos, o siendo los responsables del crecimiento económico y sostenibilidad (en el caso de los ejecutivos) de la empresa. Como se puede inferir, hay un factor común en las dos respuestas, a medida que avanzamos tanto en nuestra vida privada como pública, estas varían. Pero una cosa es verdad, estas respuestas no tendrán ningún sentido si el líder no marca una diferencia positiva en la empresa, con sus inmediatos colaboradores, y la sociedad.

¿Que necesitamos para construir nuestro legado? Para empezar, valores. Estos son importantes para crear resultados “singulares” tanto en nuestra vida profesional, privada como también en los negocios. Cualquier organización, empresario, o ejecutivo puede adoptar valores para alcanzar sus metas y empezar a crear un legado. El tener valores es fundamental ya que estos nos sirven como base para nuestro comportamiento.  Una vez que identificamos y adoptamos estos, se pueden aplicar una y otra vez para ayudarnos a lograr nuestros objetivos. ¿Pero que es tener valores? Muchas veces los adquirimos en nuestro núcleo familiar, o simplemente lo adoptamos de otros. Debido a que cada persona tiene sus propias metas, cada uno de nosotros debería elegir sus propios valores para que estos coincidan con nuestras inspiraciones. Mientras tengamos una mentalidad abierta para aceptar las críticas constructivas, nuestros valores nos permitirán pensar, descubrir cual será la mejor manera de decidir, y poder así tener el coraje para crear el legado. Estos tres elementos (pensar, decidir, valor) al ser aplicados correctamente nos permitirán aprovechar al máximo las oportunidades que se nos presentan en nuestra vida personal y pública.  Para sintetizar todo lo expuesto, deberíamos pensar y reflexionar a través de nuestra vida para poder así decidir en como construir el legado personal. Durante esta trayectoria es fundamental enfocarse e identificar la verdad (cualquiera sea su naturaleza), y qué deberíamos hacer para lograr lo que deseamos basados siempre en ésta.     En nuestra constante búsqueda de las metas deseadas, y por supuesto del legado vamos a incurrir en muchos errores, pero el mérito estará basado en nuestra singularidad de reflexionar y decidir. Estas virtudes se cultivan al ser curiosos, capaces de ser independientes para discernir, visualizar y audazmente sortear barreras para alcanzar lo deseado.  

Para concluir, el legado que asumimos puede tener un enorme peso sobre nuestras espaldas o simplemente darnos libertad (a menudo ambos al mismo tiempo) para seguir esforzándonos y soñar. Si bien el mundo en el que vivimos está moldeado por el pasado, la respuesta a las preguntas sobre cómo navegarlo y cómo elegimos continuar en el presente y futuro son siempre nuestras. Los mayores legados rara vez se hacen en un instante, tampoco se consigue únicamente por esfuezo propio. Esta es influenciada o apoyada por colaboradores, por la sociedad en la cual vivimos, las posibilidades y el espacio que creamos para que otros encuentren su propio camino a seguir.