Por: Sr. Leonardo Pesantes V.B
Asesor Empresarial

El COVID-19, ha puesto de manifiesto que la tecnología, redes, comunicación,  sistemas y procesos tradicionales, no estaban preparados para una crisis de esta magnitud, sanitaria, social y económica,  generando una coyuntura que hace reflexionar sobre la importancia de la TRANSFORMACION DIGITAL  de las empresas.

El COVID-19 está pasando factura a todos los negocios, que en su estrategia no han seguido los caminos de innovación y transformación digital, es decir, han venido trabajando en una modalidad OFF LINE,  aferrándose  a aquello que los hizo exitosos,  pero que en la actualidad les ancla al pasado,  sin  permitirles innovar hacia el futuro.   Hoy estamos forzados a explorar tecnologías disruptivas,  prototipar e implementar funcionalidades y retarnos a innovar los procesos, colocar nuestras áreas de I+D por delante y apoyarnos con data science, big data, híper-conectividad y otros recursos tecnológicos, que permitan abordar el ecosistema de la  transfomación digital.

Los empresarios del siglo XXI deben  impulsar y crear nuevas experiencias que sean únicas para el cliente -la transformación digital coloca a los clientes y a los colaboradores en el centro de la estrategia-,  explorar, crear e implementar procesos que aprovechen la  tecnología en un entorno colaborativo e inspirador.  Las empresas deben impulsar la innovación sistemática centrada en las personas de manera transparente, íntegra y honesta.

Esta transformacióndigital, nace a partir de una necesidad de empatizar con las personas y entender sus necesidades latentes y no atendidas.  Estos procesos tienen el potencial de renovar y cambiar radicalmente las industrias tradicionales, transformar los procesos industriales para volverlos más eficientes, hacer las ciudades más sostenibles, crear nuevos productos y servicios, generando un enorme valor para todos, la sociedad y las empresas.

La transformación digital no es un “evento”, es una acción de liderazgo continuo que busca reorientar a las empresas hacia un modelo eficaz de relación digital logrando mejorar el contacto con el cliente.  La cultura digital está en constante innovación y  debemos acoplarnos a ello.  Anteriormente, se podría decir que el centro de la trasformación eran los procesos, hoy se debe enfocar en las  personas y en satisfacer sus  necesidades.  Este  proceso de reinvención sugiere abordar las siguientes fases:

  • Identificación (investigar nuevas tecnologías)
  • Análisis (evaluar cómo responde el negocio a las nuevas tecnologías)
  • Transición (implementar el cambio cultural en la empresa )
  • Ejecución (adaptación tecnológica de forma constante)
  • Optimización (medir el proceso de optimización de recursos)

Los beneficios obtenidos por la transformación digital, se traducen en el aumento de la productividad, rentabilidad y competitividad:

  • La empresa adquiere una cultura inspiradora e innovadora.
  • Mejora la experiencia para los clientes.
  • La empresa se adapta al mercado o reinventa el modelo de negocio.
  • Logra una diferenciación y mejoras en los productos y servicios.
  • La empresa cambia y se adapta de forma constante y rápida.
  • La comunicación y logística interna se vuelve más ágil.
  • Se refuerza el trabajo colaborativo y en equipo de todas las áreas.
  • Se consigue una mejor explotación de recursos de datos, como: big data, data science, etc.

Finalmente, para el abordaje de este proceso de transformación es imprescindible que la alta dirección impulse un cambio de cultura, inspire la creatividad, cuente con equipos multidisciplinarios, gestione el talento humano y trabaje en el re-entrenamiento de los directivos, actualizando sus conocimientos y fortaleciendo sus competencias.